El currículum vitae es nuestra carta de presentación. La llave que abre la puerta a cualquier entrevista antes de ser seleccionado para un puesto de trabajo. Es por ello que para hacer un buen currículum es necesario resaltar las cualidades, la experiencia laboral y, sobre todo, la cualificación de cada persona.
Cuando alguien miente en su currículum y es seleccionado en un empleo, se expone a que la empresa descubra la verdad y proceda a despedirle. Además, su reputación queda claramente afectada. Sin embargo, hay casos en los que inflarlo en exceso podría hacer que la persona incurra en un delito que conlleva pena de cárcel.
Despidos procedentes
Mentir en el trabajo puede ser justificación para que la justicia declare como procedente un despido. Fue lo que hizo el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en 2011 tras el despido de una compañía a un jefe de obra que había fingido tener un título de arquitecto técnico. La empresa tardó año y medio en desvelar el engaño e incluso tuvo que acarrear con las consecuencias de los perjuicios económicos por la falta de cualificación del empleado.
Falsificar documentos
Hay personas que están dispuestas a todo para conseguir un puesto de trabajo. Incluso falsificar certificados o documentos oficiales que le acrediten tener los estudios correspondientes.
En 2016 la Audiencia Provincial de Lleida condenó a una mujer por falsificar un certificado oficial de monitor de patinaje artístico para lograr ser contratada por el Ayuntamiento. Seis meses de prisión por un delito de falsificación de documentos oficiales fue la respuesta que obtuvo de la justicia.
Otro hombre fue condenado a nueve meses de prisión por la Audiencia Provincial de León de 2017 por falsificar un carnet oficial de instalador para acceder a un puesto de trabajo. En esta ocasión, la empresa descubrió la estafa cuando envió la documentación de su trabajador a la Delegación Territorial de León para que realizara un curso técnico y le respondieron que no podían darle de alta debido a que el carnet había sido falsificado.
Sin embargo, se puede dar el caso en el que un empleado conserve su puesto de trabajo durante años y que la empresa presente una denuncie años más tarde desde que su empleado presentó la documentación falsa. Entonces, el delito ha prescrito y la justicia, en esta ocasión, dicta sentencia en favor del falsificante.