Una mujer de 34 años ha sido sentenciada a tres años de prisión condicional en Santa Fe, Argentina, tras practicar relaciones sexuales, extorsionar y fingir un embarazo con un menor de 15 años, amigo de su hijo.
Todo comienza en 2015, a través de la red social Facebook cuando la madre de un chico argentino envía una solitud de amistad a uno de sus mejores amigos, menor de edad. Al tratarse de la madre de su amigo y ser vecinos, no dudó en aceptar la petición, según relata el diario Clarín.
Luciana Vera intercambió todo tipo de mensajes con el pequeño, hasta el punto de ganarse su confianza, que aprovechó para pedirle prestado 1.000 pesos argentinos (20 euros), aunque posteriormente, debido a la ingenuidad del adolescente, volvió a pedirle más, esta vez una cantidad que se elevó a los 10.000 pesos (200 euros).
El joven aceptó a ayudar a la mujer, pero tuvo que personarse en su casa para entregarle la cantidad que esta le pidió. Una vez que el amigo de su hijo llegó, le hizo desnudarse y abusó de él sexualmente. Si la cosa no había llegado a un punto lo bastante estremecedor para el menor, Vera le aseguró que se había quedado embarazada, a pesar de haberle comentado que se había medicado para que no ocurriera. Otro de sus engaños.
A continuación de este engaño, le siguió el reclamo de 10.000 pesos más (200 euros), ya que la mujer tenía la supuesta intención de abortar y renunciar al falso bebé que estaba engendrando. Este agravante fue la gota que colmó el vaso para el chico, que entró en depresión y sufrió un estrés constante que le llevó dejar de acudir al colegio.
¿Quién se percató de los hechos?
La madre del menor empezó a sospechar cuando comprobó un cambio de comportamiento en su hijo. Fue entonces cuando leyó un mensaje en su móvil que procedía de Luciana y fue consciente de los hechos, lo que le llevó a denunciar a la madre del amigo de su hijo.
La causa no llegó a juicio, sin embargo un proceso abreviado entre el abogado defensor de la mujer y el fiscal Norberto Ríos sirvió para sentenciar a Luciana Vera a 3 años de prisión con condicional y el pago de 90.000 pesos argentinos (1.850 euros) al joven, divididos en dos cuotas iguales. La sentencia dictó un delito de hurto con amenazas, abuso sexual con acceso carnal a un menor de edad y coacción en reiteradas ocasiones.
El fiscal cree que la mujer fue inteligente y sabía muy bien a quién elegir como víctima, pues el chico vive en las entrañas de una familia con un poder adquisitivo elevado.
