José Antonio Ortiz Cambray, exlíder de VOX en Lleida, ha sido finalmente condenado a 14 años y 3 meses de prisión por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por un delito continuado de abuso sexual a una persona con discapacidad y un delito de pornografía con utilización de persona con discapacidad.
Los hechos probados aseguran que, aprovechándose de la discapacidad de sus víctimas, "y con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, el condenado les ofreció a través de WhatsApp mantener contactos a cambio de dinero", ha expresado el Tribunal Supremo en un comunicado.
Según los hechos probados, una de sus víctimas accedió en varias ocasiones a lo que Ortiz Cambray le propuso, tocamientos y abusos, por los que pagó entre 5, 10 y 20 euros. El condenado también planteo a otra víctima, con un retraso mental ligero, mantener idénticos encuentros sexuales, asegurándole que "cuanto mejor lo hiciera más cobraría".
Esta segunda persona rechazó estas peticiones, pero sí que accedió a enviarle fotografías y vídeos íntimos por los que cobró dinero. Asimismo, el condenado también intentó hacer lo mismo con una tercera persona con discapacidad, que rechazó sus peticiones.
El Supremo confirma las anteriores condenas
Así, la Sala de lo Penal ha desestimado el recurso de casación que el condenado interpuso contra la anterior sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que confirmó la sentencia de la Audiencia Provincial de Lleida que impuso también 14 años y 3 meses de pena de cárcel y además el pago de una indemnización de 15.000 euros a una de sus víctimas y 5.000 euros a la otra.
Con la sentencia del Tribunal Supremo, este ve acreditado que se produjo el abuso de la discapacidad de las víctimas y subraya que el padecimiento psíquico de estas está acreditado por una prueba concluyente". En el juicio, que tuvo lugar en noviembre de 2020, el condenado aseguró que pagó dinero por fotos y vídeos de índole sexual pero juró "por Dios y por la memoria" de sus padres que no llegó a tener encuentros sexuales físicos.
José Antonio Ortiz Cambray fue detenido en marzo de 2019 en el concesionario de vehículos de Lleida en el que trabajaba. Fue la Fundación Alosa de esa misma ciudad, que tutela a dos de las víctimas, la que descubrió los mensajes por WhatsApp entre él y uno de los discapacitados y lo denunció ante los Mossos d'Esquadra. Tras su detención, el partido de ultraderecha le suspendió de militancia y llegó a asegurar que no ocupaba ningún cargo de responsabilidad dentro de la formación.