La ciudad inglesa de Bradford se ha despertado consternada por las monstruosas prácticas que se realizaban en la casa de unos de sus vecinos. El sótano del matrimonio Baig era el escenario de verdaderas atrocidades donde Rehan, un hombre de 37 años, violaba a gallinas de su propiedad mientras su mujer, Haleem, lo grababa todo con una cámara GoPro.
El caso salió a la luz a raiz de una redada en la casa de la pareja el pasado 9 de julio de 2019 por parte de la Agencia Nacional del Crimen. Acudieron al domicilio con la sospecha de que los Baig poseían imágenes de abuso sexual de menores. Así, incautaron y examinaron dos torres de ordenadores, una computadora portátil y un teléfono móvil y se recuperaron imágenes y videos de abuso infantil.
Pero los investigadores se toparon con un material que no esperaban. "Se encontraron grabaciones del acusado teniendo relaciones sexuales con penetración con varias gallinas", ha relatado la fiscal del caso, Abigail Langford, que también ha revelado que en algunas de ellas, la mujer participaba. Como resultado de estos abusos, las aves morían.
También se encontraron imágenes de la pareja involucrada en la actividad sexual con un perro, que no ha sido encontrado ni identificado. Reham Baig animó al animal a realizar actos sexuales con él y su mujer.
Pena de cárcel
En la audiencia, el individuo, que ha sido condenado a tres años de cárcel, se declaró culpable por un total de once cargos, incluidos tres por violar a varias gallinas. Además, reconoció haber descargado imágenes pornográficas de menores de edad y relacionadas con actos sexuales con perros y aves. También admitió la posesión de 405 miligramos de cocaína y 4,07 gramos de resina de cannabis.
El juez valoró que su comportamiento había sido "depravado, despreciable y pervertido" y que había hecho que "cualquier miembro de la sociedad que pensara correctamente se sintiera mal del estómago".
Su mujer, Haleem Baig, reconoció haber sido cómplice de las acciones de su esposo, pero no ha sido condenada a prisión después de que el magistrado determinase que existían pruebas de que había sufrido abuso doméstico a manos de Reham.