La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un agente de la Policía Nacional a tres años de cárcel por denunciar en falso a un vecino con el que mantenía mala relación, al que acusó de portar una bolsa de cocaína.
La sentencia considera que el objetivo de la denuncia era "perjudicar" al vecino y que, para ello, elaboró una denuncia falsa y falsificó la firma de su compañera de patrulla, hasta el punto de tramitar la documentación para que dicha posesión de drogas figurase en su ficha policial, pudiendo perjudicarle como trabajador del sector de la seguridad privada, según publica El Diario.
La sentencia ha sido recurrida por el agente ante el Tribunal Superior de Justicia y destaca que tanto el policía como su víctima eran vecinos de la localidad madrileña de Parla y mantenían una mala relación desde hacía años, con denuncias cruzadas por lesiones y acusaciones de provocar daños y destrozos en el edificio. Fue en 2015 cuando se denunciaron mutuamente por supuestas agresiones y cuando la Policía informó al denunciante que tenía antecedentes por haber sido detenido en Madrid con una bolsa de cocaína dos años antes.
Según aparece en el acta de denuncia, su vecino policía le había detenido en 2013 junto con otra agente en la calle Valverde de Madrid en posesión de una bolsa de cocaína, en las inmediaciones de la comisaría de Leganitos, donde trabajaba el acusado. La acusación, según denunció la víctima desde el inicio, era falsa y nunca había sido denunciado por posesión de cocaína, mucho menos por su vecino. Además, nunca había sido ni multado ni imputado por este asunto, del que había tenido constancia dos días después.
El afectado, que además podría haber sufrido consecuencias en su empleo como agente de seguridad privada, denunció a su vecino, convencido de que había elaborado una denuncia falsa. El juzgado instructor archivó el caso en hasta cuatro ocasiones, hasta que finalmente fue enviado a la Audiencia Provincial de Madrid con la Fiscalía pidiendo cuatro años de cárcel para el agente.
Condenado
El tribunal, finalmente, considera que es culpable de haber cometido un delito de falsedad documental y le ha condenado a una pena de tres años de prisión, además de a pagar una multa de 2.700 euros y una indemnización para el afectado.
El policía, por su parte, mantiene que la denuncia no era falsa y ha recurrido la sentencia. Además, defiende que tanto él como su compañera de patrulla detuvieron efectivamente a su vecino en las inmediaciones de la Gran Vía madrileña en 2013 al hombre mientras portaba una bolsa con cocaína. Sin embargo, se ha encontrado con dos problemas: el vecino niega esta versión y, sobre todo, la agente implicada también. Los jueces señalan que la firma de su compañera es falsa.
Además de la pena de cárcel, se incluyen dos años de inhabilitación para ejercer como agente de Policía Nacional. En caso de que finalmente se declare la condena como firme, en el futuro se podría ejercer una sanción por parte de la Dirección General de la Policía. Si se establece una condena firme por un delito doloso relacionado con el servicio, como sucede en este caso, se considera una falta muy grave. El Régimen Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía incluye la expulsión del servicio.