La Audiencia de Lleida ha condenado a 9 años de prisión y otros 6 de libertad vigilada a un hombre por violar a su sobrina desde que la víctima tenía 11, hasta los 16; momento en que contó todo lo sucedido a los padres y se presentó una denuncia.
El tribunal considera que el relato de los hechos de la víctima es "totalmente creíble" y que hay pruebas totalmente concluyentes como una conversación grabada entre la víctima y el acusado que la defensa pidió anular durante el juicio, que se celebró el pasado 19 de mayo.
El condenado tampoco podrá acercarse a la denunciante durante un período fijado en diez años y deberá indemnizarla con 20.000 euros por los daños morales ocasionados. El condenado se encuentra en prisión preventiva desde que fue detenido por estos hechos.
La víctima relató en el juicio los episodios de violaciones "brutales" que vivió cuando solo tenía 11 años y señaló que su tío la amenazaba para que no lo contara diciéndole que haría lo mismo a su hermana pequeña, que entonces solo tenía cinco años. Los hechos se produjeron en Lleida, Barcelona y Peñíscola.
Al comienzo del juicio, se pudo escuchar la grabación de la llamada, que fue grabada por el padre de la joven cuando le contó lo que estaba ocurriendo. En la grabación, ella decía que lo que pasaba entre ambos "se tiene que acabar" y añadió que se trataba de un "abuso sexual", a lo que él dijo que era "diversión" y que no la estaba forzando.
La defensa pidió anular dicho audio, pero el tribunal finalmente le dio validez. Por ello, la Audiencia de Lleida considera probado que el acusado usó violencia e intimidación para someter a la víctima a agresiones continuadas, que comenzaron en 2013, cuando ella tenía 11 años y él 51.
9 años de prisión
La Audiencia de Lleida considera los hechos probados y concluye que representan un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años con los agravantes de acceso carnal y de superioridad, porque el acusado se hizo valer de la relación de confianza con su familiar.
Sin embargo, le aplica el atenuante de reparación del daño, porque ingresó 12.000 euros en el juzgado antes de la vista por daños morales. Por ello, le impone una pena de 9 años en vez de los 12 que pide la Fiscalía en un primer momento.
La sentencia recalca que sus actuaciones se hicieron, en algunos casos, "con violencia porque el acusado hizo uso de la fuerza en varias ocasiones para conseguir su propósito y con intimidación porque le amenazaba con hacerle lo mismo a su hermana si ella se negaba"
Además, según la sentencia, la declaración de la víctima es "mantenida en el tiempo, sin ambigüedades ni contradicciones relevantes". "Pasaba todos los días que nos veíamos. Todos". Además, recuerda la Audiencia, también se encontraron restos biológicos del acusado en el lugar donde la víctima relata que sufrió el último abuso, en Peñíscola
