Un jurado popular de Zaragoza ha condenado por "imprudencia" a un padre que mató a su hija de un mes, y causó fracturas múltiples a otro hijo cuando también era un bebé. La Fiscalía vio un delito de infanticidio y señalaba los malos tratos continuados a los que sometía a los menores.
Sin embargo, el jurado popular considera que el acusado no tenía intención de matar a la pequeña y, finalmente, le han condenado pero solo por "imprudencia grave". Es decir, no habrá cargos por asesinato.
La decisión es especialmente importante y beneficiosa para los acusados (su esposa también se encuentra sentada en el banquillo). El fiscal había pedido 28 años de cárcel para el padre y ocho para la madre; pero tras la decisión del jurado popular, cumpliçan como máximo siete años y medio para el padre y tres años y seis meses para la madre.
Los testimonios
Los hechos ahora juzgados se remiten al año 2014, aunque no fueron destapados hasta el 2015. La denuncia llegó cuando los padres, que viven en Zaragoza, llevaron a su hijo a las urgencias del Hospital Infantil de Zaragoza.
Los facultativos pudieron comprobar que el cuerpo del bebé presentaba hasta una quincena de fracturas. No dudaron en que todo formaba parte de un caso de malos tratos, por lo que decidieron interponer una denuncia de manera inmediata ante las fuerzas de seguridad.
Este hecho llevó a recordar el entierro, un año antes, de su hija de muy corta edad, con tan solo 26 días de vida. Relacionando lo que había sucedido, los investigadores dicidieron poner el foco en aquel entierro para comprobar si había algún tipo de relación.
El resultado: la bebé presentaba tres golpes en la cabeza, unas fatales lesiones craneales, y su cuerpo evidenciaba que había sido zarandeado en repetidas ocasiones de manera violenta.
Engendraron un bebé a las pocas semanas de matar al primero
La niña murió el 14 de abril de 2014. Pocas semanas después, el matrimonio decidió engendrar otro bebé que nació el 4 de mayo de 2015. Fue el que terminó en Urgencias con tres meses de edad y un cuadro de politraumatismos y fracturas.
La Fiscalía calificó los hechos de asesinato, por el que fue imputado únicamente el padre. Por otro lado, la pareja fue imputada por los delitos de lesiones y contra la integridad moral.
Sin embargo, la línea de defensa intentó la absolución asegurando que las lesiones y la muerte del bebé se limitaban a meras imprudencias. Un argumento que ahora apoya el jurado popular, aunque conllevará penas de cárcel.
Los dos hijos del matrimonio permanecen bajo la custodia del Gobierno de Aragón. La Fiscalía, mientras tanto, está planteando la posibilidad de recurrir la decisión del tribunal para reclamar las penas por asesinato, lesiones y contra la integridad moral.