El acoso al que se enfrentan las mujeres cuando van solas por la calle es una realidad. A lo largo de su vida tienen que hacer frente a todo tipo de comentarios sobre su físico o sobre su forma de vestir de parte de completos desconocidos. Y estos son los casos más 'leves', pues en algunas ocasiones pueden llegar al acoso, tocamientos e incluso a violaciones.
Pese a esta carga que deben llevar las mujeres por el mero echo de serlo, a veces sorprenden noticias cuando la justicia actúa ante este tipo de acoso callejero, tan difícil de demostrar.
Desde Estrasburgo llega un caso que ha levantado bastante polémica. Una joven de 19 años caminaba cerca de la estación de tren de esta ciudad al noroeste de Francia cuando de lo lejos notó cómo un hombre la miraba fijamente. Ella, asustada, fingió no darse cuenta, hasta que el sujeto fue directo a por ella: "Se me acercó diciendo cosas que no entendía y al pasar por detrás de mí me dio una palmada en el culo".
Tras el incidente, la chica le pidió explicaciones y le amenazó con avisar a la policía. Sin embargo, no fue ella quien lo hizo, sino un testigo de la escena mientras el agresor se iba a comprar tabaco tranquilamente como si nada hubiese pasado.
Al ser detenido por la policía, el hombre de unos cincuenta años llamado Mohamed Bouraoui, aseguró que lo hizo por su estado de embriaguez y que fue simplemente "por hacer la gracia", según informa el diario local Últimas Noticias de Alsacia.
Cárcel y multa
La jueza encargada del caso, Valérie Iltis, valoró los múltiples antecedentes que acumulaba Bouraoui, por lo que decidió condenarlo a cuatro meses de cárcel y a pagar una multa al tipificar la agresión como "un gesto particularmente degradante y humillante". Determinante fue tambien la actitud del agresor de quitarle importancia a sus actos, lo que podría llevarle a repetirlos.
En España, el Ministerio del Interior tipifica estos delitos como "contra la libertad de indemnidad sexual" para diferenciarlos de las agresiones con penetración. Aunque muchas veces estos casos no se denuncian por falta de pruebas, hay recogidas 2.667 agresiones solo de enero a marzo de 2017.