Un agente de la Policía Municipal de Madrid ha sido condenado a un año y medio de prisión por romper la mandíbula durante una paliza a un menor de edad. Los hechos ocurrieron durante las fiestas del Barrio del Pilar en el año 2019.
La sentencia declara probado que el agente llevó al joven a unos setos alejados junto con otro agente no identificado para agredirle después de que el chico le hubiese espetado: "Con una placa todos somos graciosos".
La sentencia también ha absuelto a otro policía municipal que fue juzgado y condena al Ayuntamiento de Madrid como responsable civil subsidiario, puesto que el agente forma parte del cuerpo policial y se encontraba trabajando cuando pegó al paliza al menor.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada en las fiestas del Barrio del Pilar, en octubre de 2019. Varios agentes de Policía Municipal patrullaban la zona cuando vieron a un grupo de jóvenes intentando saltar una valla para volver al interior. En ese momento, uno de ellos, de 17 años, espetó a uno de los agentes durante la discusión: "Con una placa todos somos graciosos".
Uno de los agentes se dirigió entonces al coche patrulla para denunciar al joven por falta de respeto en aplicación de la 'Ley Mordaza'. Entonces, el policía municipal condenado y otro no identificado arrastraron al joven hasta unos arbustos apartados, agarrándole cada uno de un brazo, y le pegaron una paliza. Le dieron golpes en el abdomen y la cara, que derivaron en una fractura en la mandíbula, según publica El Diario.
Fue entonces cuando el tercer policía municipal volvió del coche, entregó al menor el boletín de la denuncia y se marcharon. La víctima no relató lo ocurrido a sus padres asta el siguiente día, cuando fue llevado hasta el hospital e intervenido de urgencia. Fue hospitalizado durante tres días y pasó 45 días de convalecencia tras pasar por el quirófano. Deberá llevar una placa metálica durante el resto de su vida en la mandíbula.
Agresión con agravante racista
La agresión derivó en que dos de los agentes implicados terminaran sentados en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid acusados de un delito de lesiones con agravante racista.
La víctima era el único joven negro de todo el grupo que intentaba volver al recinto en las fiestas. Uno de los acusados es el autor de la paliza y el otro el policía que volvió al coche para rellenar el boletín de denuncia. El Ayuntamiento de Madrid, mientras tanto, pidió absolver a los dos durante el juicio.
El tercer agente que participó en la agresión, según la Justicia, no ha podido ser identificado. La sentencia sí identifica tanto el número de patrulla de los dos agentes y su identificativo y no explica por qué no ha sido posible identificar a un tercer agente.
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a uno de ellos a un año y medio de cárcel por un delito de lesiones, así como el mismo tiempo de inhabilitación para ejercer empleo público mientras dure su condena. Además, tendrá que indemnizar a la víctima con 7.467 euros por las secuelas del ataque. El Ayuntamiento de Madrid se tendrá que hacer cargo como responsable civil subsidiario.
