Babih al Wahsh levantó la polémica tras asegurar que es "un deber nacional" que todos los ciudadanos violen "a las mujeres que visten pantalones vaqueros rotos". Unas palabras que provocaron amplia indignación y que dejaron patente el machismo que aún impregna a la sociedad del país norteafricano.
Sin embargo, la Fiscalía ha decidido finalmente actuar y a condenado a al Wahsh al pago de una multa de 20.000 libras, en concreto algo más de 950 euros, una cifra considerable en Egipto. La sentencia llega por parte del Tribunal de Delitos Menores de El Cairo y también ha permitido que el abogado permanezca en libertad previo pago de 10.000 libras, es decir, 475 euros.
En este caso, el tribunal considera que al Wahsh pudo cometer un delito de incitación a cometer crímenes de violación contra las mujeres, así como "hacer declaraciones que causen daño al interés y la paz pública".
La decisión de la Justicia constituye una medida cautelar, a la espera de que se celebre la apelación que establecerá una sentencia. Una medida ejemplar con la que evitar este tipo de declaración en los medios de comunicación del país árabe.
Sus declaraciones llegaron el pasado 18 de octubre durante su participación en el programa 'Infrad' (Primicia) en la cadena local Al Asema, en el que fue invitado para comentar el proyecto de ley contra la prostitución.
Allí, en mitad del debate, el abogado espetó unas declaraciones que dejaron a todos los presentes completamente estupefactos: "A la chica que lleva un pantalón rasgado, violarla es un deber nacional y acosarla es un deber nacional", llegó a asegurar.
Las palabras fueron investigadas por la Fiscalía, que finalmente decidió actuar de oficio. al Wahsh no se ha presentado en el juicio, pero ha asegurado a los medios que solo profirió estas palabras con el fin de "advertir a las mujeres" que eviten este tipo de vestimentas.
Dos de cada tres mujeres egipcias sufren diariamente algún tipo de violencia en su casa o su trabajo, según la ONU. Además, el 99% de ellas aseguraron haber sufrido algún tipo de acoso sexual en Egipto, unas cifras que reflejan un problema especialmente grave.
El Gobierno de Abdelfatah Al-Sisi está intentando relajar las costumbres sociales, especialmente endurecidas durante el gobierno de Mohamed Morsi de los Hermanos Musulmanes. El principal problema que enfrenta es que, mientras que Morsi ganó unas elecciones, Al-Sisi se mantiene en el cargo y gracias a una dictadura militar 'de facto'.
Mientras tanto, el país intenta una apertura y modernización social similar (aunque mucho m´as lenta) a la que está llevando Túnez, el único país árabe en el que realmente ha triunfaron las revueltas de las Primaveras Árabes.
Túnez cuenta con una Constitución laica y un Parlamento democrático que ha llevado a los sectores más rigoristas a contar con una presencia completamente minoritaria. La mayoría de expertos ya consideran que esta 'isla social' del norte de África ofrece unas características exportables al resto de vecinos de la región.
Otras polémicas machistas de al-Wahsh
No es la primera vez que al-Wahsh acapara la atención de la prensa, y parece ser que siempre que lo hace es por sus comentarios contra las mujeres. En octubre del año pasado, en un debate con un clérigo liberal, la discusión llegó a las manos.
El clérigo en cuestión, Sheikh Rashad, es famoso por sus permisivas interpretaciones del Islam y en el debate con al-Wahsh argumentó que las mujeres no deberían ser obligadas a cubrirse la cabeza con el velo, algo que desató la furia del abogado. Los dos invitados tuvieron que ser separados por el equipo de televisión.
Además, Nabih al-Wahsh ha expresado con anterioridad su oposición a que las mujeres puedan ser juezas. Dijo que si llegaban a juezas podrían conventirse en muftíes, unos expertos religiosos legales musulmanes que tienen el poder de decidir sobre cuestiones religiosas y emitir fatuas, decisiones sobre controversias religiosas aplicadas a la ley, mientras tienen la regla.
Si dejamos que una mujer se convierta en jueza, ¿por qué no deberíamos dejarla convertirse en jeque de Al-Azhar? ¿Por qué no convertirse en Muftí? ¿Por que no vamos todos al infierno? ¿Me va a dictar una fatua mientras está menstruando?