La Audiencia Provincial de León condenó a 10 años de prisión a una mujer de 35 años que fingido haber sido víctima de una agresión sexual por parte de su exnovio y para ello se echó pegamento en la vagina. Ahora, el Tribunal Superior de Castilla y León (TSJCyL) ha confirmado la sentencia.
La encausada, V.G.G., fue condenada por simulación de delito y detención ilegal. La la sección tercera de la Audiencia de León, además, impuso a un hombre de 28 años, F.V.A., siete meses de multa a razón de diez euros al día como cómplice de simulación de delito.
Según la sentencia, emitida el pasado mes de septiembre, en el juicio quedó acreditado que los hechos denunciados "sencillamente no tuvieron lugar" y que fue todo un montaje de la acusada con la intención de vengarse de su exnovio, que poco ante había roto la relación.
La simulación del delito
La mujer había denunciado que fue secuestrada en la puerta de su casa en Fabero el 17 de febrero de 2016 por dos cómplices de su expareja, que la habrían trasladado en coche a hasta Bembibre, donde, según la denuncia que presentó ante la Guardia Civil, fue vejada y maltratada por su expareja, al que acusó de haberle echado pegamento en la vagina para posteriormente abandonarla semidesnuda en plena calle.
Ese mismo día, la mujer había solicitado el reingreso en prisión de su expareja, que había salido de la cárcel tres días antes, tras denunciar que había sido acosada por él. Tras la denuncia, el Juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada envió a la cárcel a su expareja, quedando en libertad a los pocos días ante los indicios de que se trataba de una simulación de delito.
La investigación descubrió que los elementos utilizados para simular el secuestro fueron comprados por la mujer, que reconoció los hechos ante el juez instructor del caso. Una cámara grabó a V.G.G. cuando compraba utensilios que posteriormente utilizó para provocar las lesiones que alegó en su denuncia, como una media, cuchillas, pegamento y cinta adhesiva. Además, contó con un cómplice que ayudó a la mujer a simular el secuestro y que también acabó confesando.