El 7 de agosto de 2017 varios miembros de la Guardia Civil intentaron parar la entrada de un grupo de 187 migrantes desde Marruecos en un paso fronterizo. Tal y como muestran las grabaciones de seguridad de la frontera, uno de los guardias se lanzó a pararlos con una porra, mientras que otro, Daniel M.M., lo hizo a patadas. Tras hacer varias zancadillas para intentar frenar a los subsaharianos, el policía se lesionó y cayó al suelo. Posteriormente es ayudado por el resto de sus compañeros para poder ponerse en pie.
Daniel M.M. se fracturó tibia y peroné al intentar contener a patadas la carrera de migrantes que atravesaron la valla de Ceuta. El paso fronterizo se encontraba poco vigilado ya que se esperaba un intento de traspaso en otro punto de la frontera.
La Policía Nacional ha condecorado este martes 2 de octubre al agente lesionado con la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo, distinción que se otorga a un agente al "resultar herido en acto de servicio o con ocasión de él, sin menoscabo del honor, ni por imprudencia, impericia o accidente". Este distintivo conlleva un 10% extra de pensión "proporcional al sueldo del empleo que disfrute el funcionario en el momento de su concesión o del que vaya alcanzando en lo sucesivo".
Actualmente en "labores de oficina".
Durante el acto institucional por la festividad de los Ángeles Custodios, donde se premió al agente, el jefe superior de Ceuta, Alfonso Sánchez, ha explicado que Daniel M.M. "ya se encuentra trabajando, por el momento no ha podido volver a su servicio habitual, teniendo que limitar su actividad a labores de oficina".
En el acto se ha recordado un caso similar, la labor de otro policía, Ismael D.M., que el año pasado se precipitó al vacío desde lo alto de un polideportivo de un colegio durante la persecución en plena noche de un hombre fugado. Sobre él se ha informado que "su preparación física y temple le salvaron la vida, pero aún así sufrió lesiones muy graves en codo, pelvis, fémur y hombro, y todavía está convaleciente de múltiples fracturas".