La Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia prohíbe las mal llamadas terapias para "curar" la homosexualidad. Sin embargo, desde el Obispado de Alcalá de Henares se han venido celebrando "cursos" para tal fin de la mano de una una supuesta terapeuta que no estaba ni colegiada.
El caso llevó a que el Defensor del Pueblo iniciara una investigación que finalmente ha concluido sin ningún tipo de sanción. Así consta en el informe presentado por Ángel Gabilondo, ante el Congreso de los Diputados. Concluye las actuaciones tras la respuesta otorgada por la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, que comunicó sobre este caso que "no había considerado posible abrir un procedimiento sancionador, a la vista de que la principal prueba de cargo consistía en los registros de llamadas, grabaciones, correos electrónicos y documentación aportados por un periodista, obtenidos sin el consentimiento de uno de los interlocutores".
No obstante, el Defensor del Pueblo ha señalado en su informe que "sigue extremando la atención ante todo indicio de discriminación por orientación sexual, como era este caso".
La homosexualidad como algo "indeseable"
Fue en 2019 cuando un periodista de El Diario, haciéndose pasar por un joven confundido con su sexualidad, acudió a una de estas pseudoterapias impartidas en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, servicio que pertenece a la diócesis de Alcalá de Henares.
Durante el "curso" también recibió diverso material, como la recomendación de leer un libro titulado 'Terapias reparativas' del psiquiatra estadounidense Joseph Nicolosu. En la documentación enviada a través de correo electrónico se señala, además, que la homosexualidad se produce por un trauma, que puede ir desde una mala relación con tus padres hasta a abusos sexuales, que ha impedido un buen desarrollo de la masculinidad.
Su tesis homófobas aseguran que esta herida solo puede curarse mediante psicoterapia y asesoramiento pastoral. Entre las indicaciones para dejar la homosexualidad -lo cual, aseguran, es un proceso lento- recomiendan dejar de consumir pornografía y masturbarse menos para deshacerse del refuerzo positivo que supone haber reducido estímulos visiales."Tú ya tienes un hábito muy arraigado. Para tener una relación con una chica tienes que controlarte", apuntaba la falsa terapeuta.
"La mentira gay y la desinformación sobre este tema está llevando a muchos adolescentes y jóvenes a pensar que han de aceptarse y por lo tanto, se les está condenando a una vida de sufrimiento, de mentira, de degradación y de muerte. En lugar de ayudarles a descubrir y madurar su verdadera identidad, la masculinidad, se les condena a vivir una falsa identidad", reza uno de los documentos enviados desde el obispado, considerando la homosexualidad como algo "indeseable".
La Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia de la Comunidad de Madrid contempla sanciones que van desde los 20.001 euros a los 45.000 euros por este tipo de "terapias" que suponen un verdadero peligro. Sin embargo, parece que en este caso la ley queda en papel mojado.
