Nuria Almagro, concejala de VOX en el Ayuntamiento de Águilas (Murcia), ha presentado su dimisión de sus cargos en el partido de extrema derecha y su renuncia al acta acusando a la formación de Santiago Abascal de "denigrar a las mujeres" y de "generar miedo y odio hacia el prójimo por razón de su origen, ideología o creencias".
En una durísima carta a la que ha tenido acceso Cadena Ser, Almagro detalla su experiencia en la formación ultra. "Cualquier partido que en su seno interno se comporte de forma totalitaria y antidemocrática, no puede ofrecer apertura y diálogo a la sociedad", comienza.
En la misiva de renuncia, Almagro también explica que denunció ante el Comité de Garantías del partido al presidente de VOX en Murcia "por presuntas irregularidades y falta de ética". También indica que denunció ante ese mismo comité "a varios cargos de Murcia y Madrid por las presiones recibidas para actuar en contra de mis principios como jurista". Cuenta que uno de los mensajes que recibió por parte de "un cargo de confianza de un diputado nacional" para "disuadir" su "actividad de investigación y denuncia" fue un "si no, veremos", a modo de amenaza.
Asimismo, también se ha querellado contra VOX Murcia por un presunto delito contra el honor, tras haber sido incluida en un documento junto a otros cuatro concejales de la Región, de los cuales dos ya han abandonado el partido. Mantiene una última causa legal abierta contra un miembro de su antiguo partido y un concejal del PSOE, por un presunto delito de prevaricación en relación a la adjudicación de contratos a Cruz Roja Águilas. Sobre este caso, subraya que nunca contó con el apoyo de VOX.
"Tácticas de amedrentamiento y coacción"
La edil describe en el seno del partido "tácticas de amedrentamiento y coacción", además de comportamientos "totalitarios y antidemocráticos", un comportamiento que no puede otorgar "justicia y seguridad". Evidencia que la formación ultra no ve oponentes, "sino rivales"; que juega a crear "miedo y odio", mientras que su argumento para tumbar al contrario siempre se emplea con la vara de medir del "victimismo y el insulto".
"Que un partido que denigre a una mujer no puede erigirse en patriota, pues por su ignorancia supina no sabe que ser patriota no es disfrazarse con banderas y abalorios, porque la patria es femenina y la patria es madre", expone Almagro en el escrito.