Cuenca tiene la mala suerte de contar con un Concejal de Atención a las Personas que en realidad sabe muy poco de las necesidades de sus conciudadanos. Se trata de José María Martínez, un edil del Partido Popular, que en mitad del pleno del Ayuntamiento afirmó sin tapujos que las personas que duermen en la calle lo hacen porque "son libres" y es una cosa que "hay que respetar".
Todo esto venía después de haber negado que hubiera personas que en Cuenca durmieran en la calle, a lo que la concejala del PSOE Susana de los Santos respondió invitándole a ir con ella una noche para comprobarlo. Ella había sido quien verbalizó en el pleno la necesidad de impulsar medidas que evitaran que hubiera personas durmiendo en al calle.
A lo que se agarraba Jose María Martínez es que Cuenca cuenta con un albergue municipal gestionado por Cáritas donde pueden ir a dormir. Lo que ocurre es que este servicio sólo permite alojarse allí durante tres noches, y después deja la 'libertad' de decidir dónde quieres ir. "Me encantaría que este Ayuntamiento tuviera más medios pero la realidad económica es la que es", respondía el edil del PP.
Estas palabras causaron gran revuelo tanto dentro como fuera de Cuenca. En realidad responden a una falsa creencia que existe entre parte de la población, según la cual las personas sin hogar prefieren dormir en la calle que en los recursos destinados a ellos. ¿Locura? ¿Libertad? ¿Ingratitud?
Preferimos no saber a qué causa achacan este tipo de personas la decisión de las personas sin techo. Sin embargo, si escuchamos testimonios de las personas afectadas, las razones van más encaminadas a que en los albergues no se puede estar más de un tiempo, a que no les dejen entrar con sus mascotas, o a que el servicio prestado allí es de dudosa calidad: conflictos, policías vigilando, juntar personas que poco tienen que ver y que pueden generar desconfianza entre ellas...
La aporofobia que nos ciega
En definitiva, las personas sin hogar no disfrutan sin un techo bajo el que dormir o vivir, o tener un mínimo de dignidad, sino que desde las organizaciones o ayuntamientos que brindan este tipo de servicios no les dan la atención que cada persona puede necesitar.
Por su parte, Martínez no goza de buena reputación en cuanto a su carrera política. Es presidente de la Asociación Cultural Deportiva de Minusválidos Roosevelt de Cuenca, que, según informa El Plural, gozó en el pasado de beneficios económicos por parte del gobierno de María Dolores de Cospedal en el pasado, hasta un 25% del presupuesto total destinado a asociaciones similares en Cuenca.
Su alto sueldo, de unos 50.000 euros anuales, también es cuestionado cuando aún se utiliza la excusa de la situación económica no permite poner en marcha 'más medios'.
