La pequeña localidad conquense de Alcalá de la Vega ha sido testigo de una rivalidad política llevada al límite entre PP y PSOE. El suceso ha concluido con un intento de atropello al alcalde socialista y la posterior orden de alejamiento al autor de los hechos, un concejal del Partido Popular.
Los protagonistas del incidente fueron el propio regidor de Alcalá de la Vega, Rufo Montero, y un edil popular de la zona, Marcos Martínez. El pasado martes 22 de mayo el alcalde socialista se encontraba dando un paseo por una carretera secundaria del pueblo cuando el político del PP trató de atropellarle con su coche.
Afortunadamente para Montero, el conductor no consiguió darle de lleno porque iba pegado al borde de la carretera. Sin embargo, bastó un fuerte golpe con el retrovisor para tirarle al suelo y que tuviera que venir la ambulancia a socorrerle. Se le hicieron varias pruebas en el costado, tórax, codo y mano en el hospital Virgen de la Luz de Cuenca, y finalmente recibió el alta médica al cabo de unas horas con un parte de contusiones en la mano derecha y traumatismo en el pie izquierdo.
Al día siguiente, Montero interpuso una denuncia contra Marcos Martínez, que pasó a disposición judicial. Tras analizar el caso, el juez ha dejado al edil popular en libertad con una orden de alejamiento que le impedirá acercarse al alcalde de su propio pueblo.
Un municipio donde ser político es cuestión de riesgo
No es la primera vez que Rufo Montero, alcalde de Alcalá de la Vega desde 1991, está involucrado en un incidente con un rival político. En 2006 se lió a golpes con el portavoz del PP en el Ayuntamiento, al que dejó un año de baja tras producirle tres hernias discales producto de los puñetazos y patadas.
Montero fue condenado por un delito de lesiones a un año y seis meses de prisión, que se quedó en una inhabilitación de un año de su cargo y una indemnización de más de 16.000 euros. Por aquel entonces, el PP de Cuenca exigió enérgicamente su dimisión, que no se produjo. En contraste con lo sucedido hace más de diez años, los populares no se han pronunciado por el intento de atropello. El presidente del PP de Cuenca, Benjamín Prieto, ha afirmado que no tenía ni idea del suceso.