Madonna lleva la provocación en su ADN: nunca ha dudado en experimentar en el campo estilístico, sexual y espiritual, y lo ha hecho mostrando sus resultados al mundo entero. Pero si hay alguien a quien molestan especialmente las salidas de tono de la reina del pop, es a la Santa Sede. Repasamos los momentos en que la cruzada de la Iglesia contra Madonna, o de Madonna contra la Iglesia, ha llegado a sus puntos más tensos.
1 Puso de moda el crucifijo
Madonna fue todo un icono de la moda de los 80, marcó la forma de vestir de la época con sus tops lenceros de tirantes, tutús negros por encima de leggins de encaje y, por supuesto, enormes crucifijos. Madonna adoptó el crucifijo como un accesorio de referencia, algo que no gustó a la Iglesia. Todas las adolescentes comenzaron a colgarse cruces del cuello, lo que religiosos de todo el mundo vieron como un acto blasfemo.
Pero esto, viniendo de una mujer que una vez dijo "los crucifijos son sexys porque representan a un hombre desnudo" no es nada. La batalla de la 'Ambición Rubia'con la Iglesia no había hecho más que empezar.
2 El lanzamiento de 'Like a Prayer'
Con el disco 'Like a Prayer', Madonna se coronó como artista pop de los 90, con canciones dirigidas a un público más adulto. Pero no gustó a todo el mundo. La canción 'Like a Prayer' ofendió especialmente a la Iglesia. En elementos de la música gospel mezclados con funk, Madonna produjo una canción que tenía innumerables referencias a la religión en su letra. Pero lo que de verdad indignó al conjunto de católicos fue el videoclip.
En él, aparece un santo negro, Madonna delante de enormes cruces envueltas en llamas (al estilo del Ku Klux Klan) y estigmas en las manos de la cantante. Todo ello contando una historia de amor interracial prohibida.
El Vaticano se puso furioso ante la salida del videoclip, e instó a todos los feligreses a boicotear a Madonna. La cantante en ese momento tenía un contrato millonario con Pepsi, que fue anulado poco después del estreno del vídeo.
3 Blond Ambition World Tour
Después del provocativo disco 'Like a Prayer', Madonna necesitaba una aún más provocativa gira para promocionarlo. Y lo consiguió con el Blond Ambition World Tour, en 1990. La diva ideó un concierto en el que no faltó de nada: simulación de actos sexuales, un uso más pronunciado aún de símbolos cristianos y un sensual vestuario.
En una parte del show, Madonna aparecía tumbada en una cama cantando 'Like a Virgin', y terminaba el tema fingiendo una masturbación. Después, el escenario se convertía en una iglesia, y la cantante se ponía una sotana y cantaba acompañada de bailarines vestidos de curas y monjas. Este espectáculo enfureció a la Iglesia, y el mismísimo Papa Juan Pablo II pidió el boicot a la artista.
4 Salió a cantar crucificada
En 2006, las aguas estaban algo más calmadas entre Madonna y la Santa Sede. Pero a la diva se le ocurrió llevar a cabo su siguiente gran provocación no en un sitio cualquiera, sino en Roma. A menos de un kilómetro de la residencia del Papa, Madonna salía a cantar crucificada.
El papa Benedicto XVI, a través de un portavoz, condenó los actos de Madonna y varios cardenales de la Santa Sede calificaron el espectáculo en Roma como "un acto de abierta hostilidad". Pero no solo provocó la ira de la Iglesia católica, sino que líderes de otras religiones salieron en defensa del Vaticano. La Iglesia Ortodoxa de Rusia pidió a sus fieles que no asistieran al inminente concierto de Madonna en Moscú, y portavoces de diferentes asociaciones judías y musulmanas criticaron la actuación de la cantante.
Madonna se defendió diciendo que no creía que Jesús "estuviera enfadado" con ella por lo que estaba haciendo, porque solo quería inculcar un mensaje de tolerancia.
5 Tuvo palabras para el Papa Francisco
La última de Madonna fue en septiembre del año pasado, cuando durante un concierto en Philadelphia bromeó diciendo que el Papa la estaba "acosando", ya que estaba en la misma ciudad en ese momento, y había estado en Nueva York a la vez que ella el fin de semana anterior.
Durante este concierto, en el que no faltaron referencias al Papa y a la Iglesia, aparecieron los habituales bailarines vestidos de curas y monjas bailando de forma provocativa colgados de cruces, a modo de barra de striptease. Madonna también aprovechó para dedicarle una intensa versión de 'La Vie en Rose' al Papa Francisco.
Sin embargo, al final del show reconoció que el Papa Francisco "parece muy abierto de mente", y que por eso le gusta. En una entrevista con una radio italiana, la reina del pop afirmó que, pese haber sido excomulgada tres veces, le gustaría reunirse con el Papa Francisco y charlar.