Adolescentes y dispositivos electrónicos en colegios e institutos. Un debate que está a la orden del día entre la sociedad y en el que los gobiernos de las Comunidades Autónomas han comenzado a tomar parte.
La idea es que "en Educación Primaria no se utilice el móvil en horario lectivo y en Secundaria solo se utilice en clase presencial cuando así lo establezca el profesor porque su proyecto pedagógico lo requiera", manifestaba la Ministra de Educación, Pilar Alegría el pasado mes de diciembre.
Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid y Castilla y León fueron las comunidades pioneras en implantar tenían una normativa al respecto, a las que se sumaron Cataluña y Canarias mientras el Gobierno y el resto de comunidades van poco a poco llegando a una solución. Siguieron Andalucía, Extremadura, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares.
El objetivo es mejorar la formación de los jóvenes y que la prohibición del uso de móviles en horario lectivo no es incompatible con "mejorar la formación que reciben nuestros jóvenes en este aspecto" con el objetivo de que "nuestros jóvenes establezcan una relación saludable y un uso razonable de esos dispositivos", aclaraba Alegría a Cadena SER.
Acuerdo unánime para colegios e institutos
"En Educación Secundaria, si se llevan los móviles, deben mantenerse apagados, a excepción de aquellos momentos en los que, por causas educativas, sea necesario conectarlos, bajo supervisión del profesor. Siempre respetando la autonomía de los centros", explicó la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Encarna Cuenca.
Y es que el Consejo Escolar del Estado aprobaba por unanimidad un documento en el que se destacaba, por una parte, que en Educación Infantil y Primaria el alumnado "no necesita" llevar móviles al centro, exceptuando aquellos supuestos en los que se le autorice por razones individuales muy específicas relacionadas con la salud o con otras circunstancias personales o familiares debidamente justificadas.
Por otra parte, y con respecto a los estudiantes de secundaria que decidan llevar móvil al centro educativo, tendrán que apagarlo desde la entrada al instituto hasta su salida -incluso en el tiempo de recreo o comedor- salvo cuando el profesorado lo requiera para fines pedagógicos o cuando los menores lo necesiten por motivos personales debidamente justificados.