España ya lidera el ránking de contagios de toda la Unión Europea desde que comenzó la pandemia. Además, registra la mayor tasa de contagios según el tamaño de su población. Y también se ha convertido en el país con el mayor número de regiones entre las afetcadas de la UE.
El dato que llama a la alerta: ocho de las diez regiones de la UE más afectadas en estos momentos son españolas. Son las siguientes: Aragón, Comunidad de Madrid, País Vasco, Islas Baleares, La Rioja, Navarra, Cataluña y Castilla y León.
Las seis primeras de este particular ránking copan los seis primeros puestos de toda la lista de la UE en número de casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), hasta el 26 de agosto.
En cuanto a la evolución, España obtiene 'una de cal y otra de arena'. Mientras que Aragón empieza a retroceder significativamente, la Comunidad de Madrid ha roto la barrera de los 400 y registra una tendencia que promete colocar a la región como líder de contagios europeos si no se controla ya la situación.
No solo preocupa esta situación. Preocupa el desarrollo que se está registrando en Cantabria y Castilla-La Mancha, que superan el umbral de entrada a situación de alto riesgo y se podrían enfrentar a una nueva entrada en el ránking de la UE. Mejor escenario representa Asturias, donde se registra la menor incidencia del virus en todo el país.
Croacia, el país que ocupa los otros dos puestos en el ránking
Las dos únicas regiones de la UE que no ocupan el ránking de contagios se localizan en Croacia. Aunque, en términos generales, el país copa el quinto puesto en incidencia acumulada y se ve superado por España.
La situación en la UE, en términos globales, tampoco es halagüeña. Los casos se han triplicado en apenas un mes, además de subir moderadamente en territorios donde la crisis sanitaria se da por controlada, como Alemania e Italia.
El director regional de la Organización Mundial de la Salud en Europa, Hans Kluge, advierte que la situación puede descontrolarse en cierta medida con el paso del verano al otoño, donde coincide la vuelta al colegio, al trabajo, la bajada de temperaturas y la epidemia de gripe. Sin embargo, la situación no es igual a la de marzo, puesto que los sistemas sanitarios ya se han preparado para un escenario que, entonces, no estaba previsto.
