El pasado mes de agosto se cumplieron dos años desde que Metro de Madrid cerró la estación de Gran Vía, una de las principales arterias de la capital, para acometer unas obras que, en principio, iban a durar ocho meses y que permitirían la instalación de ascensores y la conexión con la estación de Sol, así como el revestimiento de paredes y techos con materiales antivandálicos, el montaje de un sistema de protección contra incendios y el emplazamiento de cuatro rampas mecánicas para salvar el desnivel existente entre ambas estaciones.
Sin embargo, las obras han tenido que hacer frente a diferentes complicaciones que han alargado su conclusión durante demasiado tiempo. El primer contratiempo fue el hallazgo de vestigios arqueológicos, lo que añadió una importante complicación técnica debido a que se actúa sobre infraestructuras antiguas y un entorno complejo con protección de patrimonio cultural.
La Consejería de Transportes ha primado la seguridad y la protección del patrimonio encontrado siguiendo las indicaciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural. En el último trimestre del 2019 se hallaron los restos más profundos de la estación original de 1919 como la escalera original, los pozos de ascensores y el vestíbulo de la antigua estación. Así, se ha tratado de compatibilizar la seguridad y accesibilidad de los ciudadanos, por un lado, y la conservación del patrimonio, que se pretende museabilizar, por otro.
Por otro lado, las obras también se han retrasado a causa de la crisis sanitaria del coronavirus y la declaración del estado de alarma que tuvo lugar en el mes de marzo y que obligó a imponer medidas restrictivas para las obras públicas, lo que ha ralentizado todavía más los trabajos.
La obra tuvo que paralizarse totalmente durante un mes. Aunque posteriormente se pudo retomar la actividad, solo pudo hacerse de forma parcial, trabajando a un 30% por ciento del ritmo normal, dadas las limitaciones sanitarias y medidas preventivas. Desde finales de mayo, se ha reforzado la actividad aunque a un rendimiento menor del normal por las medidas de seguridad.
El templete de Antonio Palacio coronará la obra
La Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Transportes espera concluir la obra a finales de noviembre o principios de diciembre. A partir de ese momento, comenzarán los trabajos que tiene que desarrollar Metro de Madrid para la estación de Gran Vía pueda reabrir.
La obra, que se ha llevado a cabo con un presupuesto de 10,5 millones de euros, estará coronada con una réplica del templete que Antonio Palacios diseñó para ese punto, la Red de San Luis, y que se inauguró en 1920. Cien años después, la instalación volverá a su ubicación, de donde se retiró en 1970.
Ángel Garrido, Consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, ha querido recordar a través de Twitter que este 27 de octubre que se cumplen 75 años del fallecimiento de Antonio Palacios señalando que recuperarán su icónico templete para la nueva estación de Gran Vía.
Si todo transcurre con normalidad, a lo largo de este verano estará ya en funcionamiento. Es una obra muy compleja, en la que ha aparecido patrimonio a conservar. Saludos!
— Ángel Garrido (@angelgarridog) October 27, 2020
Ha sido entonces cuando un usuario de esta red social le ha peguntado sobre cuándo está prevista la reapertura de la céntrica estación. Garrido ha respondido poniendo fecha: "Si todo transcurre con normalidad, a lo largo de este verano estará ya en funcionamiento. Es una obra muy compleja, en la que ha aparecido patrimonio a conservar". De estafoma, parece que para julio o agosto la estación de Gran Vía reabirá sus puertas, justo tres años después de que cerraran.