Comprar una vivienda es cada día más difícil, los precios no paran de subir. Los tipos de interés suben, las hipotecas se encarecen y como consecuencia, el número de préstamos hipotecarios que se conceden, han disminuido.
El aumento en las compras de viviendas sin hipoteca plantea interrogantes sobre la accesibilidad y la equidad en el mercado inmobiliario. Aquellos que no tienen acceso a grandes sumas de capital o activos financieros alternativos pueden encontrarse en desventaja en un mercado donde la mayoría de las transacciones se realizan sin financiación hipotecaria.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), desde enero hasta octubre de 2023 el número total de compraventas de vivienda fue de 832.756 pero sólo se hipotecaron 323.998. O dicho de otra forma, sólo cuatro de cada diez viviendas requieren hipoteca.
¿Cómo se adquieren entonces las otras seis? El informe de Funcas arroja claridad en este asunto. Por una parte están quienes han decidido invertir todos sus ahorros en esta vivienda o quienes han recibido una herencia o una donación. De esta manera se ahorran los intereses que supone tener una hipoteca.
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Por otra, se encuentran quienes las compran como forma de inversión mayorista. Gran parte de estas compras provienen de la inversión de fondos o personas adineradas. Durante el prolongado período de tipos de interés reducidos desde la crisis financiera hasta finales de 2021, la vivienda se convirtió en un destino de inversión fundamental debido a la falta de otras oportunidades de rentabilidad.
También hay que considerar que una parte importante de estas operaciones sin financiación hipotecaria se concentra en zonas turísticas y suelen ser utilizados como segunda residencia de españoles o por no residentes.
A medida que el mercado inmobiliario continúa evolucionando, es probable que esta tendencia hacia la compra de viviendas sin hipoteca siga siendo objeto de atención y debate. Si bien ofrece nuevas oportunidades para algunos compradores, también plantea desafíos y consideraciones importantes para garantizar la estabilidad y la equidad a largo plazo en el sector inmobiliario.