La venta a través de internet ha aumentado exponencialmente durante la crisis sanitaria. Especialmente en las grandes firmas, donde los consumidores sienten una cierta dosis de cofianza derivada de la marca con la que están cerrando la compra.
Sin embargo, esto también entraña riesgos. Esto es lo que ha sufrido Salvador Gómez, un joven de 27 años que compró dos iPhone a través de la página web de los conocidos grandes almacenes Sears.
El joven pagó el teléfono y quedó a la espera de recibir su pedido. Pero cuando la caja llegó a su vivienda, se llevó una desagradable sorpresa: dentro solo había un tetrabrick de zumo.
"Era la primera vez que comprábamos aquí. Es más, ni siquiera teníamos la tarjeta de cliente de la tienda, pero decidimos comprarlo a través de internet" ha explicado el joven.
Su apuesta por internet tenía un motivo: quería un iPhone SE y prefería comparar rápidamente los precios en internet para optar por la mejor opción posible. Fue entonces cuando adquirió dos terminales: uno blanco para su esposa y otro rojo para él.
Amigos, mucho cuidado con las compras por internet. Nos acaba de pasar esto. Compramos un iPhone SE en @searsmexico hoy llegó el paquete y esto es lo que venía adentro (no es broma!) la única respuesta que dan es que mandes un mail para que hagan la investigación.@Profeco ayuda pic.twitter.com/gWPQ1Nu25N
— Salvador Gómez (@chapatoi) September 7, 2020
"A la semana de la compra, me metí para ver el estado del pedido y me señalaba que se haría un reembolso por el equipo rojo, pues ya no lo tenían en existencia", ha señalado.
Todavía no le han devuelto el dinero de los dos teléfonos
La firma de grandes almacenes le retiró el dinero de la cuenta y le indicó que el teléfono llegaría en pocos días. "El 4 de septiembre volvimos a entrar en nuestra cuenta y leímos que el teléfono blanco llegaba el lunes", ha explicado.
La empresa de mensajería DHL cumplió con lo prometido: entregó el paquete alrededor de las 10:30, en una caja cerrada y sellada con un precinto de los grandes almacenes Sears.
Todo parecía indicar que la compra había salido a la perfección, pero la sorpresa llegó al abrir la caja: había únicamente un tetrabrick de zumo de la marca mexicana Boeing, con sabor a guayaba.
"Después de ver eso, nos pusimos en contacto de inmediato con Sears; nos contestaron y les contamos el problema. El joven que nos atendió abrió una incidencia y nos pidió que mandásemos entre ocho y nueve fotos de la caja con el producto a un correo de devoluciones", ha señalado.
Por el momento, la firma de grandes almacenes no ha devuelto el dinero de la fatídica compra, aunque la empresa indica que se reembolsará en un plazo de entre cinco y diez días hábiles.