El compañero de celda del presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, pidió hace poco el traslado de celda. Por lo que parece, no podía soportar seguir oyendo a Sànchez hablar sobre Catalunya porque no aguantaba su "matraca independentista", algo que le suponía "una doble condena".
La cárcel Soto del Real le concedió el cambio el mismo día que lo solicitó ya que se trata de un recluso 'de confianza', es decir, de los que se encuentran entre los que mejor comportamiento tienen y que se designan para acompañar a los que acaban de llegar.
Ante la incredulidad de los funcionarios penitenciarios, el excompañero de celda de Jordi Sànchez lo definió como "insoportable" para compartir habitación y llego a decir que "ya no podía más".
Un incidente nada más llegar
Sànchez ingresó en prisión, junto con el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, el pasado 16 de octubre. Ambos están acusados de sedición por parte de la jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional.
Al poco tiempo de ingresar en la cárcel, Jordi Sàncez fue víctima de acoso por parte de otros presos, que le gritaron "¡Viva España!". El incidente fue calificado como leve y se dejó pasar, negando que fuera motivo para que le cambiaran de módulo.
Desde su entrada en prisión ha enviado mensajes a los ciudadanos, ya sea mediante su abogado o a través de las redes sociales, un hecho que la Fiscalía ha usado para argumentar la oposición a la excarcelación tanto de Sànchez como de Cuixart, alegando que:
Siguen llamando a la movilización social para conseguir de las autoridades catalanas la desconexión forzosa de Catalunya
Presos separados
Los dos siguen encarcelados, aunque al entrar en prisión estaban en el mismo módulo en Soto del Real, fueron separados posteriormente, de forma que uno acabó en el módulo 1 y el otro en el módulo 4 y tampoco coinciden con otros presos famosos como son Jordi Pujol (hijo), Ignacio González y Gerardo Díaz Ferrán.
Ambos módulos son muy tranquilos y sus presos no son para nada peligrosos, la mayoría son primarios, es decir, que solo han delinquido una vez y el resto son personas de mucha edad o de segundo grado.
