La sexualidad sigue siendo un tema plagado de tabúes en la sociedad actual. Cada individuo es único, y no todos experimentan el mismo rendimiento sexual. Existen numerosas investigaciones que exploran cómo las personas perciben sus experiencias sexuales, especialmente considerando la influencia de la edad.
La adolescencia marca el inicio de una serie de cambios físicos en el cuerpo de las mujeres, como el desarrollo del pecho y la figura. Es también el momento en que comienzan a explorar su sexualidad. A partir de entonces, cada etapa de la vida de la mujer presenta experiencias sexuales diferentes. En otras palabras, el sexo a los 20 años no es lo mismo que a los 50. ¿Cuáles son las razones detrás de esta diferencia?
Comunicación como clave
Esta duda nos la resuelve Mónica Branni, psicóloga y sexóloga de la plataforma de juguetes sexuales, Plátanomelón. Según ella, en un estudio que hizo con la aplicación de citas, Bumble, "No es magia, es comunicación", sostiene que "a lo largo de la vida, nuestra forma de relacionarnos al sexo cambia, dejando espacio a nuevos aprendizajes, vulnerabilidades y más autoconciencia".
Algo que también opina Ana Lombardía, experta en bienestar y salud sexual del portal de venta de juguetes eróticos, Womanizer. "Lo más probable es que vayamos cambiando la forma en la que disfrutamos de nuestra sexualidad y, por tanto, la forma en la que llegamos al orgasmo". Aclara y añade que "aprendemos a conocernos de maneras distintas".
¿Cómo afrontan el sexo las mujeres de 20 años?
La experiencia sexual difiere entre una mujer de 20 años y otra de 50. Cuando una mujer es joven, puede sentir una presión por complacer a su pareja y olvidarse de sus propios deseos, como sostiene Lombardía. Según esta experta, "en las edades más tempranas, existe una tendencia general a preocuparse más por satisfacer las expectativas sexuales normativas y sentirse valoradas en ese aspecto".
Una de las claves para tener una vida sexual satisfactoria en pareja es comunicar abiertamente los deseos de cada uno. Es decir, expresar lo que se quiere o se disfruta en el ámbito sexual. Sin embargo, en España, esta práctica no es tan común. Según un estudio realizado por Bumble en colaboración con Plátanomelón, "1 de cada 3 personas (34%) necesita que su pareja le pregunte para expresar lo que realmente desea, y más del 25% admite que necesita más herramientas y formas de sentirse cómodos teniendo esta conversación".
Las mujeres de 30 saben qué les hace sentir cómodas
Si a los 20 nos sentimos preocupadas por complacer a la otra persona, a los 30 es cuando nos conocemos más por las prácticas de autoconocimiento sexual. Se trata de una etapa en la que sabemos qué nos gusta y lo que no. Según Branni, hay dos cosas en común entre las millennials (las nacidas entre los años 1981 y 1993) y la generación boomer (aquellas personas que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial).
"Los factores que hacen que las mujeres se sientan cómodas en el sexo son la espontaneidad (61%) y el sentido del humor (53%) siendo el primer factor mucho más importante para las millennials y las boomers y mucho menos para la gen Z", explica.
El sexo en los 40
Llega la etapa de los 40 años, momento en el cual la mayoría de las mujeres tienen un mejor conocimiento de sí mismas y de lo que les gusta sexualmente. No obstante, a medida que avanza la edad, es normal que la libido disminuya y el placer sexual se vea afectado.
Esto puede ser motivo de preocupación a primera vista, pero investigaciones realizadas por la Universidad de Melbourne, publicadas en el Journal of Sexual Medicine, confirman que es una situación común. Según este estudio, el 70% de las mujeres entre 40 y 65 años experimentan una disminución en el deseo sexual.
Sin embargo, hay excepciones, especialmente en aquellas mujeres que mantienen una vida sexual activa. Branni señala que, en estos casos, "suelen tener una buena autoestima sexual, un repertorio erótico e imaginario sexual amplio y una mayor estabilidad emocional con la pareja (...) Este grupo suele situarse en torno a los 40 años, aunque cada persona y cada pareja es única".
De los 50 en adelante
Ahora, nos adentramos en el mundo de las mujeres que han superado los 50 años. En esta etapa, comienza la menopausia, un proceso en el que el cuerpo femenino experimenta cambios físicos y psicológicos significativos. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, algunas de las principales preocupaciones a esta edad son la disminución del deseo sexual, las molestias durante las relaciones sexuales y la dificultad para alcanzar el orgasmo.
Sin embargo, estas transformaciones no deben generar temor. La menopausia es un proceso natural que todas las mujeres atraviesan, y la clave está en adaptarse a él. Como menciona Lombardía, "no trabajamos igual a los 20 que a los 40 que a los 60", y lo mismo sucede con la sexualidad. Todo cambia con la edad, y la sexualidad no es una excepción. Tanto el cuerpo de la mujer como el del hombre son complejos y requieren ser cuidados en todos los aspectos, incluida la sexualidad. Cada etapa de la vida es diferente, y el sexo también varía en consecuencia. Adaptarse a estos cambios según la edad contribuirá a disfrutar más, algo que se agradecerá en el futuro.
La sociedad
La sociedad y la cultura en la que vivimos también influyen en nuestra sexualidad haciéndonos creer que tenemos que vivirla de una determinada manera. Por ejemplo, el hecho de que los adolescentes tengan en general un gran deseo sexual y expliquen sus primeras reacciones, quizás antes de los 18 años, puede presionar a otros adolescentes a hacer lo mismo, aunque no se encuentren preparados.
O pensar que, con los años, el sexo ya no debe ser importante. Esto puede generar confusión y derivar en creer que existe algún tipo de problema por continuar teniendo ganas de mantener relaciones sexuales.
Por todo esto, nos debemos liberar de los prejuicios asociados a la edad, el sexo u otros condicionantes, y vivir nuestra sexualidad como nos apetezca en cada momento, sin dejarnos influir por presiones externas. Ser como una hoja en blanco, pero conviene lo que podemos encontrar en cada etapa de nuestra vida por cómo se comporta nuestro cuerpo.
