Posiblemente uno de los momentos más duros para las mascotas es el momento en el que los fuertes ruidos llegan a sus vidas y no, no hablo de la música a todo volumen o los gritos en la calle, hablo de los fuegos artificiales, las tormentas o los petardos. Todo un trauma para ellas; en especial para los perros.
Y es que, las tormentas no podemos evitarlas, pero sí las gamberradas de quienes lanzan petardos con el único objetivo de asustarlos... ¿quizá concienciando?
Varios estudios han demostrado que casi la mitad de los animales sufren los efectos de una gamberrada. Entre los problemas que presentan posteriormente las mascotas está el aturdimiento, la falta de aire, temblores, taquicardia, sensación de irrealidad, pérdida de control e incluso el miedo a morir.
Eso sí, no se sabe muy bien por qué algunos perros sufren tanto con este tipo de ruidos y otros no. Quizá por patrones adquiridos, como los perros de caza con las escopetas... o quizá por la pérdida de audición que provocan estos ruidos detonados de manera cercana.
Según un estudio de la Universidad de Bristol, aproximadamente la mitad de los perros urbanos sufren alguno de los síntomas relacionados con las explosiones de petardos.
Algunos consejos
Aunque no hay datos concluyentes, los usuarios de redes sociales no tardan en dar consejos para que otros dueños puedan aplicarlos. Entre los más destacados se encuentran la opción de intentar camuflar los ruidos con otras fuentes como música o televisión y, en caso de que sea posible, aislar totalmente a la mascota en las zonas más tranquilas de la casa si fuese posible.
También arropar a nuestros perros con mantas y acariciarlos para que se sientan protegidos, porque parece que reduce la ansiedad.