22 de agosto de 2016. Diana Quer tenía 18 años cuando fue secuestrada, asesinada y presuntamente violada en el trayecto de vuelta a su casa, regresando de las fiestas de A Pobra do Caramiñal. 497 días después, su cadáver fue encontrado en un pozo de agua natural. Quien llevo a las autoridades hasta ese lugar fue José Enrique Abuín, alias 'El chicle'. Él mismo confesó haberla matado, pero nunca haberla violado, antes de terminar con su vida.
Esta es la pieza clave sobre la que girará el juicio. Con la autopsia realizada y todos los datos recopilados, es imposible determinar si violó a Diana. Hecho de vital importancia, pues será la diferencia entre pasar su vida entre rejas o salir a la calle en pocos años.
Dos vías para demostrar la violación
Tal como explica El Español, la fiscalía se aferrará a demostrar la violación por dos vías: por un lado, los antecedentes y el modus operandide 'El chicle' en anteriores crímenes, siempre idéntico, siempre a bordo de su Alfa Romeo. Como el suceso que precipitó su detención, un intento de secuestro a una joven en el centro de Boiro días antes de ser detenido. La identificación de esa chica fue crucial: por una parte, la descripción de Enrique Abuín, y por otra la del coche, que coincidía con el que habían detectado las cámaras de tráfico en la zona donde había desaparecido Diana.
Por otra, una estrategia un poco más exótica: tratarán de demostrarlo a través de un método matemático estadístico, el Teorema de Bayes. En este se comparan todas las variables del caso con otros casos en los que se dan unas circunstancias idénticas. Así, según este razonamiento, si en la mayoría de casos como el de Diana se produjeron agresiones sexuales, por estadística en el de Diana también.
La versión de la Fiscalía es que Abuín maniató y amordazó a la joven para trasladarla a un lugar apartado. La autopsia detectó los huesos del cuello quebrados por el asesino, así como las marcas del estrangulamiento, sin embargo, no se hallaron restos de ADN en sus partes íntimas ni lesiones en la zona.
El agua borró las pruebas
La madrugada del 31 de diciembre de 2017, los agentes de la UCO de la Guardia Civil consiguieron que el acusado les llevase hasta donde había ocultado el cuerpo. Cuando llegaron a la nave y encontraron el cuerpo de Diana, 497 días después de su desaparición, los buzos comprobaron que se hallaba intacto.
Había sufrido un proceso de saponificación, un cambio químico de la grasa corporal, que se termina convirtiendo en un compuesto céreo similar al jabón. Gracias a esto el proceso de putrefacción del cadáver se detuvo, lo que permitió que la autopsia revelase importantes informaciones como las señales del estrangulamiento o la forma en la que murió. Pero los días que el cuerpo pasó en el pozo, borraron cualquier rastro de agresión sexual en las partes íntimas de la joven.
Una tercera autopsia
Mientras José Enrique Abuín aguardaba a conocer la fecha de la apertura de juicio oral, apareció una tercera autopsia sobre el cuerpo de la joven. Un último estudio solicitado tanto por la acusación particular como por la Fiscalía ha determinado "al 99%" que Diana Quer fue violada por Abuín horas antes de asesinarla.
El estudio fue realizado por el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), y validado por la Comisaría General de la Policía Científica de la Policia Nacional. El resultado del documento es que El chicle violó a la joven madrileña que en aquel momento contaba apenas 18 años.
Asfixia accidental
La jornada más intensa será la de mañana martes, cuando el acusado tendrá que explicar cómo se encontró con Diana y qué sucedió esa noche. Se espera que el acusado siga la estrategia marcada por su defensa, que se ciñe a explicar que la joven lo sorprendió robando gasolina de los camiones de los feriantes y que mientras la intentaba sujetar para que no lo delatase "la asfixió de manera accidental".
Antes había dicho que la atropelló sin querer, pero esta versión quedó descartada por el informe de la autopsia, que señala sin lugar a dudas el estrangulamiento como causa de la muerte.
"Si pudiera dar marcha atrás más de dos años lo haría, pero no puedo... Siento mucho lo ocurrido", fueron sus últimas palabras en el juicio por el que se le condenó a cinco años de prisión por intento de rapto y agresión sexual en Boiro.