Las compañías de seguros son un sector que ha debido hacer frente a una nueva dinámica socioeconómica y a una revolución digital sin precedentes. A pesar de que lo que venden no ha variado, sí lo ha hecho su oferta de servicios, modelos de negocio, canales de contacto y estrategias de mercado.
Repasamos algunos puntos de la evolución transitada por las aseguradoras en la última década, en la búsqueda de una respuesta adecuada a las transformaciones que experimenta la sociedad actual.
Digitalización: protagonista en la evolución de los seguros
Uno de los cambios más notorios dentro del sector de los seguros ha sido, sin lugar a dudas y como ha ocurrido en compañías como Verti Seguros, es la digitalización de sus servicios. Esto dejó de verse como un valor añadido u opcional y se ha convertido en una necesidad para poder adaptarse al ritmo de un panorama en constante cambio.
En una época en la que todo se hace a través de la tecnología, contar con un seguro a un clic de distancia es indispensable. Hoy en día, es posible encontrarlo, contratarlo y abonarlo de forma virtual. Esto no solo resulta más eficiente en cuanto a tiempo y recursos, sino que proporciona mayor autonomía y libertad al cliente.
Además de la gestión de los servicios, los seguros también han sabido convertir los medios digitales en sus canales de comunicación. Así, redes sociales, chats en vivo o páginas web se han vuelto puntos de contacto que complementan y hasta reemplazan las habituales llamadas o citas presenciales. Y esto no solo se limita a la conexión con los clientes, sino que también se usa para captar nuevos prospectos y dar a conocer su oferta.
Otro aspecto menos conocido, pero cada vez más importante dentro de la estrategia de las aseguradoras, es el big data. Estas grandes cantidades de información ayudan a optimizar el análisis y la evaluación de los perfiles de riesgo de los clientes. Así, pueden ofrecer servicios acordes a sus necesidades con un trato personalizado y una mejor experiencia para el usuario.
Otras adaptaciones más allá de lo digital
Aunque la mayor parte de la evolución de las empresas de seguros pasa por la transformación digital y su adecuación al entorno online, no todo acaba ahí. Hay ciertas áreas más tradicionales en las que han tenido que hacer cambios para amoldarse mejor y responder a las nuevas exigencias de los consumidores.
Microseguros
Son pólizas de cobertura básica que van destinadas a sectores de la población con ingresos bajos, especialmente en economías en desarrollo. En líneas generales, cubren solo emergencias médicas y defunciones, pero poco a poco va creciendo la oferta. De igual forma, los microseguros se han ampliado más allá de los seguros de salud, llegando a haber opciones de seguros de coches, de propiedades y hasta seguros agrícolas.
Pagos fraccionados
Las condiciones de pago se han vuelto más flexibles y se adecúan a las preferencias y posibilidades de los usuarios. Ahora es posible abonar el coste de las pólizas en cuotas mensuales, trimestral, semestral o incluso anualmente. Esto ayuda a que los usuarios planifiquen sus finanzas y distribuyan mejor sus gastos.
Seguros por uso
Sustituyen los compromisos y las contrataciones a largo plazo por coberturas que el cliente puede disfrutar en momentos específicos según sus necesidades. La modalidad más común es la de pólizas del coche, con las que el asegurado paga su prima dependiendo de los kilómetros recorridos con su vehículo.
Contrariamente a lo que parece, las compañías de seguros han sabido adaptarse y plantar cara al contexto complicado y en constante movimiento de los últimos años. La revolución digital, la crisis económica y social, y los cambios en los hábitos de consumo, lejos de golpearla, le han servido para adquirir un nuevo impulso. El resultado es que, hoy por hoy, los seguros tienen una oferta de servicios más amplia y en sintonía con las necesidades de las personas y el entorno actual.