- 1 No enfurecerse
- 2 Tener en cuenta los apoyos
- 3 Experiencia personal y ejemplos
- 4 Parecer listo
- 5 Cambiar de idea
Son tiempos difíciles en los que mantener la paciencia resulta complicado. Pero no solo es cuestión de paciencia, también de compostura y de uso de la palabra. Sí, estamos hablando de discusiones... esas tontas que surgen en las cenas familiares con los cuñados o cualquier día de cervezas con los amigos de siempre.
Pero, ¿qué debemos hacer para ganar cualquier disputa? Es la ciencia la que nos da unos tips para saber cómo hacerlo:
1 No enfurecerse
Lo mejor para triunfar en un debate es utilizar un lenguaje tranquilo, relajado, suave... con un discurso complejo. Es importante también tener en cuenta el lenguaje no verbal, que muchas veces dice más de nosotros mismos que nuestras propias palabras. Pero, lo más importante es sobre todo, no alzar la voz. No por elevar el tono tendremos más razón; parece obvio, pero está bien recordarlo de vez en cuando.
2 Tener en cuenta los apoyos
Según un estudio de la Universidad de Cornell sobre estrategias de comunicación, a mayor volumen de personas defendiendo una idea contraria a la nuestra, más inseguros nos sentiremos sobre nuestra posición. Así pues, es más fácil convencer a tu interlocutor si sientes que el público te apoya que si el apoyo está en la parte contraria.
3 Experiencia personal y ejemplos
Sí, los ejemplos son importantes, pero sin llegar a un extremo. Al igual que la experiencia personal, es importante, pero no hace falta contar todas tus vivencias relacionadas con el tema de la discusión. Es vital utilizar las herramientas comunicativas óptimas, pues la manera de ser de algunos solo les hará reafirmarse más en su postura.
4 Parecer listo
No importa que no seas muy listo, lo importante es parecerlo. Y ¿cómo se hace? Hablando rápido pero sin parecer que se ha memorizado el texto cual lorito. Si alguien es demasiado lento, nuestro subconsciente piensa que es poco inteligente mientas que si lo hace a un ritmo suficientemente rápido das una imagen de mente ágil y perspicaz.
5 Cambiar de idea
Si eres de los que se le mete algo en la cabeza y es imposible sacárselo aunque el mundo se caiga encima, sabemos que cambiar de idea no es una opción... ni aunque te demuestren que estás equivocado. Y es que, todo está relacionado con nuestras ideas preconcebidas. Incluso cuando vemos resultados de análisis científicos que contradicen nuestra opinión, desconfiamos de estas conclusiones. ¿Por qué no hacerlo de los que defienden nuestra posición?
