Los cigarrillos electrónicos se han vuelto muy populares durante los últimos años. Muchos fumadores se han pasado del tabaco al 'vaping' porque supuestamente es menos nocivo para la salud. También menores de edad los consumen pensando que no tienen apenas riesgos en nuestro organismo. Sin embargo, los expertos recuerdan que, aunque no son iguales que los cigarrillos tradicionales, el vapeo también afecta de manera negativa a la salud.
¿Qué es un cigarrillo electrónico?
Los cigarrillos electrónicos pueden tener distintas formas. Normalmente simulan un cigarro de verdad o tienen forma de pipas, bolígrafos... Funcionan con batería y tienen una fuente de calor que va calentando el líquido para convertirlo en un aerosol.
Según explica la sociedad americana de cáncer, el nombre 'vaping' viene de que muchas personas piensan que estas partículas del aerosol es como un vapor, pero no lo es exactamente. No contienen tabaco, pero muchos de ellos sí contienen nicotina, sustancia derivada del tabaco. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) los clasifica como "productos de tabaco".
El 'vaping' también es perjudicial para la salud
El aerosol que sale del cigarrillo electrónico no es lo mismo que el vapor de agua, como muchos creen. Este aerosol puede ser nocivo, ya que la mayoría de las veces llevan nicotina y otras sustancias adictivas que son un factor de riesgo en enfermedades pulmonares, cardíacas e incluso en el cáncer.
El 'vaping' se ha puesto especialmente de moda entre los más jóvenes. La posibilidad de cambiar el sabor de los cigarrillos electrónicos los ha hecho una sustancia muy adictiva para los menores. No obstante, se ha demostrado que la nicotina causa daño al desarrollo cerebral de niños y adolescentes. También puede ser perjudicial durante el embarazo, causando nacimientos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
Los cigarrillos electrónicos son bastante recientes, por lo que todavía no se han estudiado los efectos a largo plazo de esta sustancia. Lo que está claro es que pueden poner en riesgo la salud de las personas, irritar los pulmones y tener efectos nocivos para el corazón.
Los informes más recientes indican que ha habido un incremento de enfermedades pulmonares graves en algunas personas que vapean. Entre los síntomas que han reportado se ha visto: tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, náuseas, vómitos, cansancio o fiebre. Algunas de estas personas han fallecido a causa de estas enfermedades pulmonares y otras han tenido que ser hospitalizadas.