Que el mundo empresarial está plagado de discriminación no es algo novedoso. Edad, experiencia, raza, religión, género -sí, parece difícil pensar que a las mujeres por el hecho de serlo se les pague menos, pero los datos, por desgracia, así lo indican- y también belleza o estado físico. Es probable que las personas más atractivas asciendan más rápido.
Un estudio realizado por los investigadores Timothy Judge de la Universidad de Florida y Daniel Cable de London Bussines School revela que los hombres más delgados que la media tienen un salario más bajo que si tuviesen un peso estándar mientras que con las mujeres es al revés. Mientras que un hombre delgado gana de media 7.000 euros menos que sus compañeros, una mujer gana 14.000 euros más que las compañeras que tienen un peso más elevado.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores recopilaron datos sobre el peso y los ingresos de 11.253 empleados alemanes y 12.683 estadounidenses que dividieron en modelos estadísticos de hombres y mujeres. Los resultados mostraban no solamente que los hombres eran tratados de forma diferente a las mujeres sino que también había diferencia en sus ingresos y su peso... y que las primeras impresiones son más importantes de lo que realmente pensamos.
Primeras impresiones para juicios equivocados
Los hombres delgados a menudo se consideran nerviosos, temerosos y débiles mientras que los hombres de constitución más proporcionada se asocian a personas felices y sanas. En cuestión de segundos nuestra mente emite un juicio que, seguramente sea erróneo, pero que es condicionante para el futuro. Por ejemplo las personas obesas son vistas como menos estables emocionalmente, perezosas, menos productivas...
Los investigadores han llegado a la conclusión de que los medios de comunicación, el entretenimiento, la publicidad e internet distorsionan nuestra visión de lo que se considera normal... y esto afecta a todos los ámbitos de la vida.