¿Sientes que algún compañero de trabajo ha hablado mal de ti? Quizás las señales de que te están calumniando pueden ser notorias: te excluyen sin miramientos, sientes miradas directas, hacen insinuaciones extrañas o hay comentarios.
Los comentarios negativos pueden ser habituales en los entornos en los que se comparte entorno de trabajo. A menudo de trata de rumores e insinuaciones inofensivas, pero los límites del acoso existen. La mentira y la falta de respeto es desagradable y la ética queda bajo los valores de cada persona.
Si sientes que estás siendo objeto de este tipo de situaciones, puedes tomar algunos consejos para ayudar a frenar los comentarios que sientes que están afectando a tu vida diaria. Lo apropiado es, siempre, analizar con detenimiento el contenido y la intensidad de los rumores, así como la verdadera intencionalidad de quienes los profieren.
1 Relájate y respira
¿Crees que realmente están hablando sobre ti? Es mejor tomar un momento de calma y respirar profundamente, dejar tiempo para analizar con detenimiento lo que esta sucediendo y cómo lo estás interpretando, puesto que actuar en caliente nunca será una opción.
Además, ¿esos comentarios son inofensivos? SI es así, no tiene ninguna relevancia, porque mañana continuarán sobre otra persona y nadie se acordará de los comentarios. Si no es el caso, por el contrario, que siga cundiendo la calma.
2 No hay que iniciar un contraataque
Por mucha respiración y ganas de reenfocar la situación, las ganas y la tentación es clara: si están hablando sobre ti y lanzando un chisme, mintiendo, tan solo quieres contestar sin miramientos. Sin embargo, actuar de esta manera tan solo servirá para acrecentar el rumor, que el acosador te venda como una persona violenta y que incluso lo utilice para victimizarse.
Todo servirá para envenenar, aún más si cabe, el ambiente laboral, por lo que esto no ayudará bajo ningún concepto. Por ello, no es la reacción que sea más recomendable, a pesar de que el cuerpo te lo esté pidiendo en todo momento.
3 Aborda el problema abiertamente
¿Quién inició el rumor sobre ti? ¿Quién está hablando sobre ti? ¿Está hablando sobre ti de manera tan intensa? ¿Quién está actuando de tal manera? La solución a todos estos problemas es hablar directamente con la persona que está contaminando.
Para ello, elige un momento tranquilo en el que no haya nadie más que pueda escuchar. Nadie, ningún compañero. Luego, habla abiertamente sobre las sospechas o rumores y pídele a la persona que aclare los problemas directamente para que no se repitan en el futuro. Esto hará que la otra persona se sienta tan incómoda con la situación que dejará de repetirla.
4 Inmiscúyete en una conversación, no te achantes
¿Has escuchado tu nombre en una conversación? ¿Estás seguro de que tus compañeros han hablado de ti? Simplemente, aprovecha el momento y únete sin ningún tapujo: pregunta si puedes contribuir en algo con información sobre ti.
Combina cierta valentía verbal con humor ácido, haz que el resto se muestre tan incómodo que sea incapaz de seguir ejerciendo el acoso que está realizando.
5 Busca a alguien en quien puedas confiar
La mayoría de veces, el grupo que se dedica a ejercer el acoso es reducido. Otros colegas pueden mostrar empatía contigo, mientras que otros serán neutrales y distantes. Si sientes que la situación no va a terminar, busca a alguien en quien puedas confiar entre tus compañeros.
Pídele a este compañero que diga honestamente si están circulando rumores sobre ti y cuáles son. De esta forma, puedes evaluar mejor si es necesario actuar. Si habla mal de tu ropa o del desorden que tienes en el escritorio, tenlo en cuenta. Si se dedica a tus aventuras amorosas o problemas con la bebida, actúa.
6 Abordar el problema en general
También cabe la posibilidad de abordar el problema en una reunión general, en la que puedas manifestar cómo el ambiente de trabajo está envenenado, una salida que debería ser drástica. Esto únicamente cabe en situaciones muy graves en las que la situación ha derivado en un acoso sistemático y el resto de vías no son factibles.
