La mayoría de las latas que encontramos en el mercado vienen provistas de un abre fácil, pero ya sabemos lo que pasa con estos en los momentos más inoportunos: se alinean todos los astros y por algún motivo extraño, suelen fallar. Aunque cada vez son menos, las latas tradicionales aún siguen en el mercado y hay veces en las que llegan a nosotros cuando no tenemos a mano un abrelatas. Seguro que recuerdas aquella ensalada en la playa que se quedó sin atún o la acampada en la que el maíz se quedó por el camino.
Para que no vuelva a pasarte nada de esto, si es que aún quieres seguir llevando latas salvavidas, en YouTube te explican cómo hacerlo. Sin abrelatas, sin cuchillos, sin destornilladores. Sólo con una cuchara.
Una cuchara y un poco de maña abrirán una lata
Seguramente no será de esos trucos que utilicemos todos los días, pero no está de más saberlo para salir del paso. Es así de fácil:
Tienes que abrir una pequeña rendija incidiendo repetidamente sobre el mismo punto de la lata con la punta de la cuchara. Tras pasar varias veces verás que has roto el metal.
Ahora, aprovecha esta rendija para introducir la cuchara y ensanchar la brecha. Con el lateral de la cuchara ve perforando el metal con unos movimientos parecidos a los que haces con un abrelatas manual. Solo tienes que terminar con la tapa y ya podrás disfrutar de tu comida. ¡Ten cuidado de no cortarte con el borde!