Durante los últimos meses hemos vivido tantos cruces de mensajes y globos sonda entre los bancos, el Banco de España, el Ministerio de Economía y el Gobierno que es fácil haberse perdido en el problema de la comisión de los cajeros. ¿A qué solución se ha llegado? ¿Cómo repercute en los clientes?
1 La Caixa anuncia comisión de 2 euros
Todo comenzó en febrero, cuando La Caixa anunció un cambio en el procedimiento de comisiones entre cajeros. Justificándose con que tenía que amortizar sus cerca de 10.000 cajeros en el país, la red más grande de España, comenzaría a cobrar 2 euros a todos los usuarios que sacasen dinero de sus sucursales sin tener una cuenta en su banco. También podía verse como una medida de llamamiento o fidelización de clientes.
Hasta ese momento, el procedimiento habitual era que el banco de cada cliente le cobrase por sacar dinero en el cajero de otra red. El banco destinaba entonces una parte de este importe a la empresa del cajero en el que se hubiese producido la operación. Curiosamente, no se conocía públicamente el valor de dicho importe. En cualquier caso, CaixaBank anunció que la tasa que cobrase la entidad del usuario se mantendría y se añadiría a la nueva comisión fija de 2 euros.
2 La OCU y la Comisión Europa reaccionan
Tras el anuncio de CaixaBank, la OCU presentó una denuncia ante el Banco de España, mientras que la Comisión Europea presentó su preocupación y pidió en mayo explicaciones a La Caixa para asegurarse de que se preservaba la normativa de Europa, aunque finalmente no se pronunció sobre el tema.
Los bancos europeos tienen libertad para agruparse en redes y/o fijar comisiones por la utilización de los cajeros. Mientras que algunos países, como Reino Unido, son más flexibles y en general no cobran ninguna tasa, en otros como Alemania también hay comisión fija, y esta puede llegar a alcanzar los 5 euros.
3 El Santander y BBVA se unen
En julio, el BBVA y el Banco Santander comunicaron que ellos también implementarían la tasa fija de 2 euros para no clientes, alegando igualmente gastos de mantenimiento (independientemente de que su red no sea tan extensa).
De este modo, casi la mitad de los 46.000 cajeros de España se disponían a cobrar la comisión única. Además de los consumidores, otros bancos como ING fueron los principales perjudicados, pues apenas tienen cajeros y entre sus beneficios presentaban el sacar dinero sin comisiones de otras sucursales. El banco naranja optó por aliarse con Popular para ofrecer un servicio sin comisiones. Por su parte, Sabadell, Bankia y la red Euro 6000 se aliaron para no cobrar tasas entre sí, y Evo anunció que devolvería los 2 euros a sus clientes.
4 El Banco de España se opone
Poco tiempo después de la adhesión de Santander y BBVA, el Banco de España se manifestó por fin firmemente y en contra de la comisión fija. No lo hizo porque considerase abusiva una tasa de 2 euros, sino por el hecho de que se estuviese cobrando una doble comisión: la fija de 2 euros y la que ya se cobraba antes, proporcional a la cantidad que se extrae.
Dos semanas después, en agosto, el Banco de España se reiteraba y advertía a los bancos que corrigiesen esa práctica, o tomarían medidas. Una de las que propuso fue que el Tesoro Público, dependiente del Ministerio de Economía, estableciese una normativa clara al respecto.
5 El Ministerio de Economía "no lo consiente"
A mediados de septiembre, Economía se manifestó en contra de las dobles comisiones y aseguró que "no se va a consentir", si bien intentó lanzar la pelota al tejado del Banco de España para que actuara.
A continuación, anunció que sacaría en dos semanas una orden ministerial para evitar que se cobrasen dos comisiones, para la que se aceptarían sugerencias de otras instituciones monetarias. Se barajó tanto que el dueño del cajero fuese el que cobrase la única comisión como que la cobrase el banco de la tarjeta y que luego destinase una parte a la entidad del cajero, si bien el problema estaba en llegar a un acuerdo el porcentaje.
6 Decreto del Gobierno
En octubre, más de medio año después del comienzo del problema, el Gobierno aprobó un Decreto-Ley que prohíbe cobrar la comisión de uso del cajero directamente al usuario y obliga al banco emisor de la tarjeta a pagarla. De este modo, se evita la doble comisión, aunque los bancos pueden decidir el importe de la comisión y si repercute o no en sus clientes, por lo que no asegura un ahorro. Eso sí, se ha asegurado que el cajero informará de la comisión al usuario.
Así pues, CaixaBank ha finalizado la comisión fija de 2 euros y ha acabado un conflicto con una solución que cambia lo que se venía haciendo antes. El procedimiento pasa de cobrar al cliente directamente a hacerlo a sus bancos, aunque lo más seguro es que los clientes acaben por pagar igualmente. Si hay unos claros perdedores en todo esto son los bancos pequeños, con menor número de cajeros, que podrían verse expuestos a tasas desproporcionadas. Veremos si las alianzas entre bancos se mantienen o no y cómo repercute en el cliente a partir del 1 de enero de 2016.
