Comienza el juicio por el asesinato de Samuel Luiz. Este martes, 15 de octubre, se inicia contra el grupo que involucradas en la muerte del joven, al que increparon al grito de "maricón de mierda", según los testigos, en las inmediaciones de la playa de Riazor (A Coruña), a la salida de un bar de copas el 3 de julio de 2021.
Los movimientos por los derechos LGTBI denunciaron este asesinato como un crimen homófobo y generó una fuerte indignación en la sociedad española, que se movilizó en manifestaciones para exigir justicia y el final de los delitos de odio.
Han pasado más de tres años desde entonces. Los dos menores de edad involucrados en la causa están a seis meses de cumplir su condena, pero los otros cinco acusados se preparan para sentarse ahora en el banquillo en a misma causa.
El juicio contará con un jurado popular, que deberá dar respuesta a 87 cuestiones, junto a otras siete, sobre el grado de ejecución del delito y la participación de los cinco presuntos culpables, como la determinación de si se trató de un asesinato a nivel jurídico.
¿Qué ocurrió en el asesinato de Samuel Luiz?
Los hechos ocurrieron poco después de las tres de la madrugada, cuando Samuel estaba realizando una videollamada con una amiga cuando salía de un local de ocio nocturno en una zona de playa de Riazor (A Coruña).
Fue entonces cuando uno de los acusados se dirigió a él de "forma agresiva" para decirle que dejara de grabarles. Una afirmación que Samuel negó al explicar que solo estaba realizando una videollamada. A pesar de su explicación, la respuesta del agresor fue la siguiente: "Deja de grabar a ver si te voy a matar, maricón".
Posteriormente, se abalanzó sobre Samuel Luiz golpeándolo con puñetazos y patadas, principalmente en la zona de la cabeza y la cara. A él, se unieron dos personas más, una de ellas derribó al joven y le rodeó el cuello con fuerza, mientras que otra se aseguró de que nadie pudiese ayudar a Samuel e incluso apartó a una amiga que pedía que parasen.
En el vídeo recogido por las cámaras de seguridad se puede observar que en la paliza participa un elevado número de personas y que la víctima cae al suelo. Entonces, un joven senegalés acude en ayuda de Samuel. Después de esta primera agresión, Samuel sale por su propio pie y logra cruzar la acera. Pero no termina ahí, porque le persiguen hasta una esquina donde se produce una segunda brutal paliza que termina con su vida.
A pesar de que los servicios de urgencias le trasladaron al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) en estado crítico, finalmente no pudieron salvar su vida y confirmaron su fallecimiento durante la mañana del día siguiente.
Se investiga como crimen homófobo
La Fiscalía piensa que el crimen puede contar con un agravante. Uno de los agresores y su novia habrían actuado motivos por "su animadversión hacia la orientación sexual que le atribuyeron a la víctima". Los testigos declararon desde el primer momento que escucharon gritar insultos homófobos a Samuel antes de la paliza.
Además, el sumario del caso recoge que, pocas horas después del crimen, uno de los acusados, en un parque de la ciudad, vuelve a repetir los insultos homófobos contra la víctima. Las asociaciones en favor de los derechos de las personas LGTBI convocaron manifestaciones por todo el país tras el asesinato del joven.
A pesar de todo, según las autoridades, no había pruebas suficientes para catalogar este crimen como un delito de odio. Ahora queda a la espera del criterio del jurado popular y deberá contar con al menos siete votos entre los nueve miembros del jurado para que el tribunal lo considere probado.
Los acusados buscan jugar una baza que podría atenuar o incluso eliminar la responsabilidad penal en tres de ellos, puesto que afirmaron que habían actuado bajo los efectos del alcohol, pero en este caso deberán demostrarlo.
Las penas
En el marco de este caso, la Fiscalía de A Coruña pide penas de entre 22 y 27 años de cárcel, al considerar a todos los implicados como coautores del delito de asesinato por alevosía y ensañamiento, con agravante de discriminación en relación con la orientación sexual de la víctima.
La solicitud de condenas se fija en los últimos momentos de la agresión, cuando parte de los acusados golpearon a la víctima, mientras los restantes lo rodearon para asegurar el ataque "y evitar cualquier posible ayuda o auxilio por parte de terceras personas".
La Fiscalía añade que, "pese a ser conocedores de la grave y desesperada situación en la que se encontraba el fallecido y de su cruel comportamiento hacia él", no se desvincularon del grupo y "no solo no trataron de evitar la acción espectacularmente violenta que se desarrollaba ante ellos, sino que con su presencia y aprobación durante todo el ataque contribuyeron a su trágica ejecución".
Además, uno de los detenidos también está acusado de hurto con violencia al robar el móvil de Samuel Luiz. Por este motivo, se enfrenta a una petición de pena adicional de cinco años de prisión.
En el juicio se cuenta con la participación de 30 testigos presenciales, de los cuales 18 no conocían a los implicados y cuyo testimonio tiene especial relevancia. Estas personas testificarán entre el 18 y 29 de octubre. El 4 de noviembre declararán los agentes de la Policía Nacional que visionaron las cámaras de la zona e identificaron a los acusados, así como interceptaron sus conversaciones en redes sociales. Al día siguiente llegarán al tribunal los médicos encargados de la autopsia y el 8 de noviembre los que identificaron los restos de ADN.
En la causa hay tres acusaciones y cinco defensas, una para cada acusado. Las acusaciones son la Fiscalía, acusación particular de la familia de la víctima y una acusación popular ejercida desde el colectivo de defensa de los derechos LGTBI Alas A Coruña.
