Los embalajes de comida rápida y el uso de ciertas sartenes antiadherentes pueden reducir el tamaño del pene hasta 1.25 centímetros a lo largo del tiempo, algo que afecta en tamaño y también en grosor. Eso es lo que plantea un esutido de la revista Clinical Endocrinology and Metabolism, que ha evaluado cómo interfieren algunos de sus componentes en los bebés que se encuentran en el útero materno y que influye, a medida que se continúa ingiriendo este tipo de alimentos, hasta el pleno desarrollo del cuerpo tras la adolescencia
El componente responsable se llama perfluorocarbono (también presente en la ropa impermeable como aislante), cuenta con una fuerte incidencia en las hormonas masculinas. Uno de esos síntomas demostrado es que los bebés masculinos nacen siempre con penes inferiores a los que no se han entrado en contacto con estas sustancias y seguirá influyendo durante todo el desarrollo dle organismo.
La principal causa de este fenómeno se encuentra en la bajada de la producción de testosterona. A parte de la reducción en el tamaño, el componente afecta igualmente al grosor del miembro, que se puede ver reducido en un 6,3%.
El estudio cuenta con un campo de 383 hombres dispersos a lo largo del planeta y con edades medias de 18 años. Una de las zonas analizadas, en las cercanías de Venecia, se encuentran la mayor colonia de personas afectadas.
¿Cómo actúa y dónde se encuentran?
Cuando entra en contacto con nuestro organismo, el PFC se une a los receptores de testosterona y reduce el nivel de producción. Como consecuencia de ello, el pene crece con menor intensidad y la producción de espermatozoide cuenta con menor calidad y número.
Estos químicos se utilizan en un muchos productos porque aumentan la durabilidad e impermeabilidad. Algunos de ellos son: envases de comida rápida, platos de papel, alfombras resistentes a las manchas, líquido limpiador de parabrisas, espuma contra incendios y ropa impermeable.
Además, podemos localizarlos en algunos pegamentos, cosméticos, medicamentos, productos electrónicos, productos de limpieza, pulimentos y ceras, insecticidas o pinturas. Además de este efecto, pueden resultar cancerígenos o tóxicos en el caso de que sean consumidos.
Ante la problemática de estos elementos, algunos sectores están comenzando a reducir su uso o incluso eliminarlo. Es lo que ha sucedido con las sartenes de teflón, donde se han dejado de incluir desde el año 2013, aunque aún queda mucho trabajo en esta materia.
