Cada cierto tiempo salen en los medios de comunicación occidentales noticias sobre el mundo islámico, a menudo relacionadas con ataques fundamentalistas, el Estado Islámico o atentados en Europa. No obstante, nuestro propio idioma y nuestra cultura están trufados de la herencia que dejó la presencia musulmana en nuestro país.
¿Qué sabemos realmente del islam? Hace unos años salió a la palestra un cómic llamado 'Persépolis', del cual se hizo una película. Su novedad: tratar en primera persona temas del mundo árabe (de una iraní en este caso, protagonista y autora). Desde entonces se han publicado varios cómics que han llegado a nosotros con esa temática o con ese telón de fondo.
1 Ms. Marvel
'Ms. Marvel' es un cómic de Marvel que plantea varios asuntos de forma novedosa dentro del mundo de superhéroes mainstream estadounidense. El tercer volumen se comenzó a publicar en 2014 y ha tenido una muy buena acogida de público y crítica por darle un cambio de perspectiva a los cómics de superhéroes, donde las mujeres tienden a ser más bien comparsas.
Anteriormente el personaje de Ms. Marvel era una rubia alta con tacones. Ahora es Kamala Khan, una adolescente hija de inmigrantes paquistaníes en Estados Unidos (en Jersey City) que se encuentra con una niebla mágica que le concede el deseo de convertirse en Ms. Marvel, otorgándole poderes de polimorfismo (convertir su cuerpo a su antojo). De hecho, durante un (breve) tiempo, se convierte en una rubia con tacones, si bien luego decide ser Ms. Marvel a su manera.
El islam aquí está planteado de una forma muy utilitaria y de hecho casi sustitutiva de los elementos tradicionales de la cultura judeo-cristiana. Es decir, en una historia ambientada en una España más tradicional, un elemento importante sería el párroco. Aquí es el imán de la mezquita, temido por sus reprimendas pero que luego demuestra dar consejos útiles y no ser tan cerrado de mente como aparenta.
Además, el propio personaje de Kamala juega a dos bandas como parte de la educación que tiene en su casa y la que tiene alrededor (donde choca por no beber alcohol, por ejemplo), plasmando de forma muy verosímil lo que le puede ocurrir a cualquier hijo de inmigrante.
¿Merece la pena? Sí. Es una lectura ligera y entretenida. Divierte, el dibujo cumple con creces y tiene elementos narrativos interesantes. Si quisiera recomendar a alguien empezar a leer superhéroes, le recomendaría esta obra.
2 Habibi
'Habibi' es una novela gráfica escrita por Craig Thompson que narra la historia de dos niños esclavos que se crían juntos viviendo mil y una penurias en un lugar indeterminado de Oriente. En el transcurso de la historia, el autor de Michigan plasma lo que ha aprendido del islam de forma muy hermosa y detallada.
La historia se acompaña de un concienzudo y consciente estudio de los posibles prejuicios e incluso subraya algunas diferencias entre las religiones, como por ejemplo las versiones del sacrificio que hizo Abraham (Ibrahim) en la Biblia y el Corán. En la versión bíblica, sacrifica a su hijo Isaac sin que este estuviera avisado de ello. En la versión coránica sacrifica al hijo que tuvo con una esclava, avisándole de cuál iba a ser su destino. En ambos casos aparece el ángel para avisarle de su error.
Como este detalle, en las páginas de 'Habibi' pululan mil detalles que narran de una manera gráfica y personal la cosmovisión islámica de forma bastante interesante.
La narración es muy bonita, la documentación exquisita. No obstante, todo tiene un aire externo, escrito como si un otaku nacido en Castellón escribiese una historia de un instituto japonés. Esto se traslada a que los personajes sufren demasiadas penurias como para empatizar con ellos. Casi se sabe desde el inicio que van a sufrir las castraciones, violaciones, hambrunas y todo lo malo que el autor les pueda lanzar contra ellos porque son personajes que han de sufrir.
También hay que decir que la falta de concreción espacial y temporal se queda a medias. Ni deja toda la ambientación espaciotemporal al aire ni se fija en un lugar y épocas concretas. Esto da lugar a varios anacronismos. Por ejemplo, no me creo que en una época donde hay motocicletas haya sultanes. Sé que el autor pretende aportar fantasía y desubicar más la historia, pero a mí me sacó del relato.
Quitando ese detalle de exceso de drama el cómic está muy bien y es un ejemplo de narrativa y dibujo muy bueno.
3 Notas al Pie de Gaza
Joe Sacco es un periodista-ilustrador que publica mayoritariamente ensayos de no-ficción en formato de cómic. Ha estado en la franja de Gaza así como en la antigua Yugoslavia. También ha hecho estudios y recreaciones históricas de las que destaca la batalla del Somme de la Primera Guerra Mundial.
En este caso, 'Notas al pie de Gaza' narra de forma paralela los acontecimientos de un incidente ocurrido en la franja de Gaza en el año 56, su propia investigación a través de testigos y sus opiniones del conflicto palestino-israelí.
Aquí no se centra en las ideas ni en la cosmovisión de unos y otros, pero sí quedan palpables los usos y costumbres palestinos y cómo ven el mundo desde la franja de Gaza. En esto el propio Sacco es muy honesto e incluso comenta los problemas de su versión, donde tiene que echar imaginación a toda la situación que plasma a partir de retazos tanto de palestinos como de fuentes de información israelíes. No obstante, transmite veracidad y no parece disfrazar sus hallazgos de ninguna forma.
Es uno de los infrecuentes cómics de no ficción y aporta un muy buen punto de vista del conflicto palestino-israelí, donde, en vez de intentar explicarlo entero en su conjunto, decide centrarse en dos pequeños fragmentos y contarlos con toda la intensidad con la que es capaz. Y lo consigue.
4 Persépolis
'Persépolis' es un cómic autobiográfico escrito por la autora francoiraní Marjane Satrapi. Narra la vida de la autora mientras crece en Irán, donde estalla la Revolución Islámica del 78, y cómo sale de ahí y vuelve tras un tiempo en Europa.
Aquí el mundo musulmán se respira en primera persona, en su represión y en su bondad. También hay que decir que se plasma también la propia cosmovisión de la autora incluyendo los elementos concretos de Irán, que se publicitaba a sí mismo como herederos de los imperios persas (como si atarse a un pasado imperial no nos fuera familiar).
Cabe destacar la transición que hubo y la convivencia con, precisamente, esa revolución islámica que hubo de un día para otro.
Es un cómic muy recomendable. Toda la queja que pudiera haber en 'Habibi' de ser un cómic escrito "desde lejos", este lo tiene en la cercanía. Su grafismo no es tan exquisito pero no lo necesita para hacer llegar la historia que cuenta, e incluso ayuda al propio relato.
5 Holyterror
'Holyterror' es un cómic escrito por Frank Miller en 2002 poco después de los atentados del 11-S y publicado 10 años después, cuando aún estaba en nuestras retinas la película de 'Sin City'. Es un cómic de 120 páginas que cuenta una historia de Batman, solo que en vez de llamarse Batman se llama The Fixer. También sale una Catwoman y un comisario Gordon.
Y es muy horrible.
Este cómic está hecho como si fuera un panfleto. De hecho, el propio autor lo define así. Y el islam que retrata es el que se puede ver en Fox News. Lo único que existe son radicales que merecen que los maten y torturen, y que tienen una base secreta debajo de la ciudad donde hacen sus perfidias antes de lanzar cazas F-15 contra el equivalente a la Estatua de la Libertad.
No solo ese maniqueísmo del islam es malo (de hecho es un poco "Batman vs. Al-Qaeda") sino que todo el cómic en general es malo. La premisa es algo así como "Batman y Catwoman se lanzan a buscar a esos suicidas infiltrados en la ciudad después de besarse-pelear porque una explosión con metralla de clavos les pasa cerca".
En cuanto al trazo, aunque Frank Miller es reconocido por el grado de abstracción y fuerza que tienen sus dibujos "mal hechos", aquí llega a darles un giro donde algunas viñetas hay que observarlas atentamente para ver en qué postura de contorsionista están los personajes. Lo único que se salvan son las imágenes donde los humanos no salen apenas y solo se ve Empire City, pero porque parece un dibujo postmodernista de concurso arquitectónico.
No merece la pena vuestro dinero, ni vuestro tiempo.
6 Iznogud
'Iznogud' (it's no good) es una de las diversas obras que Goscinny escribió, además de 'Astérix y Obélix'. En este caso, con el dibujante Tabary, que prosiguió después de la muerte del guionista. Narra en historias cortas cómo el Visir Iznogud quiere ser el Califa en lugar del Califa. De hecho, llegó a crearse durante unos años el Premio Iznogoud para políticos que no habían conseguido ser el califa en lugar del califa. Sarzkozy o Hollande fueron galardonados en su momento.
Goscinny no está interesado en retratar la sociedad o el pensamiento islámico, sino en mostrar la sociedad francesa de su época. Esto lo ha hecho tanto en 'Iznogud' como en 'Astérix' o en 'Lucky Luke', donde incluso se incluyen anacronismos como recurso cómico.
Es por ello que no hay más allá de trazos del islam pero, a diferencia de su trabajo con 'Astérix y Obélix' (donde el mundo latino le cae más cerca), estos son más aislados. La visión general es una especie de 'Los Picapiedra' pero, en vez de ser en la prehistoria, es Bagdad en la Edad Media. Se aprende más de Roma con 'Astérix y Obélix' que del mundo árabe con 'Iznogud'.
El cómic se nota un tanto envejecido y no llega a destilar la fina ironía que hay en sus otros trabajos, pero no lo necesita. Sí le lastra que, al usar muchos, muchos juegos de palabras, al final hay varios que no se pueden traducir. Pero es un buen cómic para conocer y leer al menos una vez, y ver al pobre Iznogud fracasar.
Quedarían por mencionar también otras series largas que tocan parcialmente el tema, como por ejemplo 'Sandman', de Neil Gaiman, que desarrolla una pequeña historia en Bagdad, o las 'Fábulas' árabes en la serie de Bill Willingham, donde los genios (Djinn) son armas de destrucción masiva (porque "cualquier deseo" es algo muy potente).
Al final, la cultura islámica (y la mitología árabe) es un recurso que se puede usar, aunque a veces sea de forma positiva y otras de forma indiferente o muy negativa.