Las declaraciones que recoge el sumario que investiga el asesinato de Samuel Luiz recoge también la violencia contra el joven. Muchos testigos coinciden en señalar a Diego como la persona que inició la pelea y, también, como quien atacó con mayor intensidad a Samuel cuando yacía inconsciente en la carretera.
Hay dos testigos que aseguran que se intentó parar a Diego en hasta dos ocasiones, antes de que gritase que iba a apuñalar a Samuel en el corazón porque, según recoge el sumario, "no tengo nada que perder". También hay testimonios que señalan que Diego tumbó a la víctima en el suelo en hasta dos ocasiones, pese a que dos testigos "escucharon a Samuel gritar por el dolor de los golpes que estaba recibiendo".
Los acusados solo huyeron del lugar cuando intuyeron la presencia de un coche de policía. En ese momento, Diego empezó a quejarse de un dolor en el pie supuestamente causado por las patadas que propinó a Samuel. "El joven en un momento dado se sacó una de las zapatillas deportivas y un calcetín, ya que tenía una herida en el pie", reconoció una testigo a los agentes, tal y como recoge ABC.
No fue la única que lo señaló. "En el parque Europa, Diego se encontraba sentado en un muro pegado a la fuente, descalzo del pie derecho porque al parecer le dolía", recuerda otra personas. En ese momento, mientras el joven estaba siendo atendido en el suelo, los testigos recuerdan: "No comentaba nada sobre la pelea, pero decía 'me ha jodido un pie, me jodí un pie', metiéndolo en la fuente para calmar el dolor, que la disiente supone que el dolor era consecuencia de la pelea", señalan las diligencias posteriores al altercado.
La llegada de los jóvenes senegaleses
Diego aparece señalado en varios puntos del sumario, como una persona que supuestamente habría actuado con gran alevosía durante el crimen. De hecho, hay testigos que señalan, tras identificar al joven en nueve fotografías más "y sin género de dudas" que cuando los jóvenes senegaleses intentaron evitar lo que sucedía, Diego aún se alteró más.
"Seguía con actitud agresiva, como queriendo seguir la pelea", explican sobre el momento en el que intentaron llevarse a Samuel a un lugar seguro. "Ahí, Diego seguía intentando alcanzar nuevamente al chico", relatan.
Algunos de los golpes terminaron sobre la espalda de Ibrahima, uno de los senegaleses que intercedieron durante aquella noche. La instructora del caso califica su actitud como "un acto heroico" que "a punto estuvo de costarle la vida también, ante la agresividad manifestada". Y añade: "Cualquiera de los golpes recibidos por Samuel pudo ser mortal de haberle alcanzado a él".
Por todo ello, se ha iniciado una causa por tentativa de homicidio que será juzgado de manera separada. Mientras se espera el volcado de los datos de móviles y redes sociales, tres de los seis detenidos continúan en la cárcel de Teixeiro y dos en un centro de menores.