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Los 3 colores que menos toleran los gatos (y los que siempre prefieren)

Los gatos presentan una percepción diferente a los humanos e intolerancia a determinados colores.

Los 3 colores que menos toleran los gatos (y los que siempre prefieren)

Los gatos se caracterizan por su particular personalidad, siempre enigmáticos, inteligentes, compañeros especialmente particulares y con una visión del mundo que se puede interpretar muy diferente de la que podemos mantener los humanos.

La percepción generalizada sobre los felinos destacan sus particulares manías (las cajas, esconder cosas), pero también incluye una capacidad de visualizar, por ejemplo, distinta. Sus ojos, por ejemplo, también les permite ver a través de la oscuridad, motivo por el que también perciben de forma distinta los colores.

Mientras que los humanos poseen una visión tricromática que les ayuda a percibir una amplia gama de colores, los gatos poseen una visión dicromática. Por este motivo, la gama de colores que pueden percibir es más limitada en tonalidades, y son percibidos de manera diferentes por los felinos.

A pesar de todo, los gatos pueden ver con gran claridad el movimiento, por lo que se convierten en cazadores expertos. Además, tienen una visión nocturna muy desarrollada, gracias a la que pueden moverse con facilidad en la oscuridad y detectar presas potenciales.

En términos de campo de visión, los gatos pueden superar a los humanos. En concreto, tienen un campo de visión de 200 grados, en comparación con los humanos, que contamos con 180 grados de visión, por tanto, más limitada.

Los colores que agobian a los gatos y la gama que prefieren

Se trata de un tema que ha sido objeto de debate y estudio durante muchos años. Los colores que particularmente generan mayor incertidumbre a los gatos son los tonos rojos, cafés y naranjas, puesto que se encuentran fuera del rango de percepción de los felinos y pueden resultar especialmente agobiantes para ellos.

Los expertos recomiendan evitar el uso excesivo de estos colores en áreas donde los gatos pasan la mayor parte de su tiempo, como la cama o los lugares de descanso. Se debe a que los colores caen fuera del espectro de percepción de los gatos y puede generar una especie de ruido visual para ellos, algo que puede generar incomodidad o estrés.

En todo caso, también hay colores que pueden resultar más agradables para ellos. Se trata de los tonos azul y amarillo, que perciben con mayor claridad y comodidad. Son colores que generan un efecto tranquilizado en los felinos. Por ello, se trata de la alternativa ideal si quieres decorar tu casa, en el caso de que convivas con gatos.

Por tanto, recuerda, los tonos azules y amarillos son especialmente recomendables en el caso de convivir con gatos, sobre todo, para decorar el entorno de tu vivienda, en zonas como las áreas de descanso o los juguetes de los felinos.

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