Santa María de los Rosales es el colegio donde estudian las Infantas Leonor y Sofía, sexto de primaria y cuarto respectivamente. Se ubica en el acomodado barrio de Aravaca de Madrid, es un centro bilingüe castellano-inglés, religioso, y donde la prioridad es el comportamiento y ser educado, tal y como recalca la web del centro. "Deseamos impartir una educación encaminada a hacer de nuestros alumnos personas física y psíquicamente sanas que enfoquen su actividad con responsabilidad y aceptación del deber", afirman. Una estricta prioridad por encima de aprobar las asignaturas.
El colegio, que está hecho a medida para personas de relevancia en la vida pública, cuesta para los Reyes 14.000 euros anuales, 7.000 euros por cada hija. Felipe y Leticia eligieron este centro porque está orientado para aquellas personas en las que el protocolo va a formar parte de sus vidas, como es el caso de Leonor y Sofía.
Así lo confirman los antiguos alumnos: "Es una educación muy rígida, con afecto, pero rígida al fin y al cabo. Las profesoras son muy maternales, pero al mismo tiempo muy exigentes con la educación. La preocupación de los Rosales son las maneras y no tanto los estudios, cuyo nivel es muy mejorable".
En este sentido se expresa también otro alumno: "Te ayudan a aprobar. Si tienes un 4 sabes que te pondrán a un 5, lo que hace que te relajes un poco. Te perdonan mucho". Y es que además del estudio, en el centro educativo te enseñan a saber comer y caminar de forma correcta y, en el caso de las chicas, incluso a "cómo bajar por las escaleras con tacones sin hacer ruido".
El testimonio de Terelu Campos
La hija de la colaboradora coincidió unos años con las hijas de los Reyes y Terelu ha confesado que el centro con la llegada de las Infantas hizo algunos cambios. "Cambió mucho y lo comprendo. Lo que sí me molestó un poco fue el tema de la alimentación porque a los niños de vez en cuando se les puede dar una croqueta y no pasa nada", confesó.
Terelu recuerda la intensa seguridad que se vivía en el colegio: "Yo me acostumbré a ver a la seguridad con perros. En esos días levantaron la valla del colegio unos 2 metros, lo que molestó a muchos padres. A mí me dio tranquilidad al ver un colegio seguro".
Algo que sí enfadó a la hija de María Teresa era cuando llegaban las fiestas que se hacían en el colegio y se llevaba a cabo una obsesiva privacidad y seguridad. "Yo recuerdo que para cualquier evento en el colegio se debía entregar el DNI y solo podían asistir los padres, nada de abuelos. Eso también molestó mucho".
A los niños de vez en cuando se les puede dar una croqueta y no pasa nada
Un colegio de lujos
El colegio Santa María de los Rosales tiene un campo de fútbol de hierba artificial para hockey, dos gimnasios, uno con 305 metros cuadrados edificados y el otro con 223 metros cuadrados. Además, cuenta con tres pistas de pádel, un campo de mini-basket, un campo de prácticas de golf, dos pistas polideportivas de resina utilizadas para jugar al fútbol y al baloncesto, una cancha de voley y una pista de atletismo. Casi nada.
En el comedor, cada día se hacen tres menús diferentes, adecuados a las distintas edades de los alumnos: de 3 a 9 año. A partir de los 10 años, la dieta cambia y comienza a ser controlada bajo la atenta supervisión del servicio médico, que proporciona las indicaciones necesarias para atender a aquellos alumnos que tengan especiales necesidades alimentarias.
Aun así, se dice que el colegio no está entre los primeros en cuanto a nivel de notas, especialmente en la prueba de Selectividad, donde los antiguos alumnos aseguran que "el nivel de Bachillerato deja mucho que desear".
No se permiten móviles
Los móviles en la escuela han sido el dolor de cabeza de muchos profesores, algunos más que otros. En el caso de los Rosales, no se deja pasar ni una: no solo no se permiten móviles en el aula, sino en todo el recinto escolar.
Leticia ya alertó en el año 2008, con la entrada de Leonor en el centro, que tenía miedo de que otros alumnos hicieran fotos o grabaciones a su hija. Y eso que diez años atrás no existía Whatsapp, Instagram o los conocidos como 'Stories'.
El colegio no es egoísta en avisos. Se advierte antes de entrar en la escuela que quien se matricule "tendrá que aceptar todas las normas", adecuadas estas a la edad y circunstancias personales del alumno. También se destaca: "en ningún caso el procedimiento de corrección podrá afectar al derecho a su intimidad, honra o reputación".