El pánico causado por el coronavirus se ha extendido mundialmente, tanto que incluso ha llegado hasta la familia real británica. Cuatro alumnos del Thomas's Battersea, escuela en la que estudian el príncipe George y la princesa Charlotte, hijos del príncipe Guillermo y de Kate Midddleton, están en cuarentena por el virus.
Varias familias se encuentran a la espera de los resultados que confirmen si están o no contagiados del coronavirus, según recoge Vanitatis, ya que presentaban síntomas similares al mismo tras un viaje a Italia.
El colegio cuesta nada más y nada menos que 20.000 euros al año, aunque de nada ha servido para conseguir que se mantengan ajenos al virus, que se está expandiendo mundialmente. El Thomas's Battersea es uno de los más de 40 colegios bajo sospecha en Londres por esta epidemia.
"Al igual que todas las escuelas, nos estamos tomando muy en serio los riesgos potenciales relacionados con la propagación de 2019-nCoV y para este fin estamos siguiendo las instrucciones del Gobierno al pie de la letra sobre prevención de infecciones y manejo de casos en los que se sospecha que algún miembro del personal o estudiantes están expuestos al virus o muestran algún síntoma", confesaba el centro.
"Actualmente tenemos un número muy pequeño de estudiantes que han sido evaluados. Estas personas permanecen en sus casas esperando a recibir los resultados de sus pruebas. Todos los padres han sido informados y hemos mantenido una comunicación regular con nuestra comunidad escolar para garantizar que se compartan los consejos y circule información relevante. Por supuesto, preservaremos la confidencialidad del personal y de los alumnos, y no haremos comentarios sobre casos específicos", concluye el portavoz del colegio.
El príncipe George tiene tan solo 6 años y es tercero en la sucesión al trono. Por ahora, cursa su segundo año en el colegio. Charlotte, de 4 años, comenzó a acudir el pasado mes de septiembre.
El auge coronavirus
El coronavirus parece estar en todas partes y según lo que leamos podríamos estar pensando que nos encontramos ante una pandemia mortal irreparable. Sin embargo, a pesar de que ha cundido el pánico en diversos lugares, la realidad es que la enfermedad se ha cobrado menos vidas de las que puede llegar a cobrarse la gripe común cualquier año en España.
Si bien es cierto que ha causado víctimas mortales, la mayor parte de estas han sido personas mayores con problemas de salud previos. El caos en el que estamos sumidos no es para nada favorecedor, puesto que nos encontramos ante una gripe similar al resto (los síntomas son prácticamente parecidos) pero hemos terminado prácticamente, con las existencias de geles desinfectantes y mascarillas.
Por otra parte, los expertos recomiendan que nos lavemos las manos, tosamos tapándonos, y si creemos estar infectados llamemos al 061 en lugar de acudir a un centro de salud o urgencias, para evitar posibles contagios.
