Vivir fuera del armario no es fácil (tampoco dentro), incluso en los países en los que este tema ha avanzado legalmente y "parece" aceptado. En el deporte el miedo es aun mayor, por lo que es muy difícil encontrar a un deportista que haga público su orientación sexual.
A todos desde que nacemos se nos etiqueta como heterosexuales y para justificar lo contrario hay que hacerlo público. Esto supone un temor para los deportistas por la presión de los patrocinadores o por el miedo a que eso les pueda repercutir negativamente en su carrera.
La lucha sigue, y en el deporte también, por lo que es de aplaudir los gestos que se están dando en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (Corea del Sur), donde dos deportistas han aprovechado este escaparate para dar luz al colectivo LGTBI. Uno de ellos ha sido el esquiador estadounidense Gus Kenworthy, quien al finalizar su participación en el slopestyle hizo lo que no tuvo valor hace cuatro años en Sochi: besar a su novio, el actor Matthew Wilkas. "No me di cuenta de que en ese momento estaba siendo grabado, pero estoy feliz de que así haya sido. En mi infancia nunca habría soñado con ver un beso gay en televisión durante unos Juegos Olímpicos, pero ahora un niño sí podrá verlo. El amor es el amor", asegura.
El segundo es Adam Rippon, un activista LGBTI que ha generado titulares después de oponerse a Trump. Para el patinador cuatro veces ganador de tornos internacionales y medalla de plata en el World Team Trophy de Tokio, el mes de octubre de 2015 fue una de las épocas más intensas de su trayectoria. Y es que el carismático atleta decidió "salir del armario" en una revista dedicada a su disciplina. "Ser gay no es algo que me defina. Lo que me define es lo que mi madre me enseñó: a tratar a todos con respeto, a ser siempre muy trabajador", explicó entonces. Sin embargo, emprendió un compromiso con sus fans: lograr que otros deportistas no tuviesen temor a ser ellos mismos."Quiero decirle algo al padre que tiene miedo a que su hijo sea patinador artístico. Miradme, soy sólo un hijo normal de un pequeño pueblo en Pensilvania. Nada ha cambiado", manifestó entonces.
El fatal final de Justin Fashanu
La homofobia en la sociedad sigue instaurada, y aunque creemos que en nuestro país la sociedad ya ha avanzado en ese sentido... nada más lejos de la realidad. Los casos siguen sucediendo. Palizas, insultos, miradas y discriminación. Y todo por amor. En el deporte los niveles de homofobia se multiplican y el fútbol masculino se disparan.
En España, ningún futbolista profesional en activo, ni tampoco retirado, ha manifestado nunca una orientación sexual contraria a la heterosexual. Desgraciadamente, en los estadios se siguen escuchando las palabras "gay" o "maricón" con el único objetivo de ofender. Como si ser "homosexual" fuera un insulto. Guti y Cristiano saben de esto un poco. A estos insultos siguen sin ponerle remedio, pues... "¿son cosas del fútbol no?"
Justin Fashanu se convirtió en el primer jugador profesional que se declaró públicamente como homosexual. Ocurrió en 1990, cuando defendía los colores del Leyton Orient londinense. En 1998, y después de haber sufrido un auténtico calvario, acusado por un joven de 17 años por supuesta agresión sexual, se suicidó. La investigación concluyó que no había orden de detención para Fashanu y la policía abandonó el caso por falta de pruebas.
El CD Leganés, una vez más, un equipo ejemplar
El capitán del Club Deportivo Leganés lucirá en el encuentro de este miércoles 21 de febreroante el Real Madrid (18:45h. Estadio Municipal Butarque) el brazalete contra la LGTBfobia en el deporte, cuyo día internacional se celebró este lunes 19. El Club se suma con esta acción a la campaña #LeganésJuegaConOrgullo que organizan el Ayuntamiento de Leganés y la asociación Legaynes a favor de la igualdad y la diversidad en el deporte.
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— C.D. Leganés (@CDLeganes) February 19, 2018
No es la primera vez que el club "pepinero" apoya esta causa, habiendo portado dicho brazalete en la pasada temporada en el Camp Nou ante el F.C. Barcelona y en el Estadio Municipal Butarque ante el Villarreal C.F. Ejemplo de que la homofobia no está ni de lejos erradica, los seguidores del fichaje saudí Yahya Al-Shehri, han respondido inundando de insultos en árabe el "timeline" del Leganés. Frases como "devolved al jugador a casa, perros" o "no sabíamos que cedían a nuestro chico a un club gay", reflejan el tono homófobo de los seguidores saudíes que ahora parecen arrepentirse de haber cedido al internacional del Al Nassr a la liga española.