Ticketmaster es la representación moderna del infierno imaginado por Dante Alighieri. La cola virtual para acceder a la compra de entradas es el recorrido contemporáneo por los 9 círculos del averno que el poeta italiano plasmó en la 'Divina Comedia', clasificando cada uno en función de los pecadores que cumplían allí su condena. No es nada nuevo que uno de los portales de venta de entradas más importantes se convierta en la puerta del infierno para los infelices que intentan hacerse con una entrada para un concierto multitudinario. Ya ocurrió con la llegada de U2 o de los Rolling Stones a nuestro país, cuando la cola virtual de Ticketmaster se convirtió en el Vietnam de toda una generación. Ahora ha vuelto a suceder lo mismo con Bruce Springsteen.
Las entradas para poder apretujarse en uno de los conciertos del Boss se han agotado más rápido que las bragas a un euro en un mercadillo, dejando a su paso regueros de lágrimas de fans que no han tenido la suerte de arañar una. Así, han vuelto a sucederse las críticas hacia la página web de venta de entradas un año más, alegando multitud de fallos técnicos, tiempos de espera desorbitados y parones y retrasos continuos. Toda una experiencia en la que el fan desdichado atraviesa unas etapas que, para bien o para mal, encajan con los círculos del clásico infierno de Dante.
1 Primer círculo: limbo. "Estás en una cola virtual"
Esa pantalla en blanco con un círculo que reza "espera, por favor, gracias por tu paciencia" mantiene al pobre fan en una espera eterna, un limbo interminable en el que no hay nada, previo a la pantalla de la compra de entradas. Dante lo describía como un lugar "neutral, ni bueno ni malo". Y así es esta cola virtual hasta que, en algún momento, un giro del destino decide si entra o si es víctima de "un error de conexión".
2 Segundo círculo: lujuria. "Necesito ver a Springsteen"
Mientras va pasando el tiempo en el limbo, con los minutos aumentando en vez de disminuyendo, al revés de como dictaría la lógica, es imposible no pensar en Bruce Springsteen y en las ganas de darlo todo en la primera fila del concierto. En el infierno, Dante llama a los que pueblan este círculo "malefactores carnales" por dejar que sus apetitos sobrepasen la razón. Algo así sucede en el proceso de compra, cuando el amor por Springsteen ciega cualquier posibilidad de apartar la vista de la pantalla y probar con el teléfono.
3 Tercer círculo: gula. "Aún no he desayunado"
Toda la mañana pegado al ordenador intentando conseguir una entrada, con la cara legañosa y el pijama del revés, pasa factura. Es entonces cuando la gula llama a la puerta en forma de desayuno. Un par de magdalenas, un bol de cereales o una triste barrita nutritiva debería bastar para poder recobrar fuerzas y seguir con la misión. Mientras tanto, "espera, por favor, gracias por tu paciencia".
4 Cuarto círculo: avaricia. "Pista, grada, ¡lo que sea!"
Necesitas una entrada. La necesitas. La necesitas mucho más que ese que se hizo fan años más tarde que tú y que, sin embargo, ha tenido la desfachatez de publicar en Twitter que ha conseguido el ansiado premio. "Ojalá pudiera comprar todas las entradas y tener a Bruce solo para mí", piensas en un momento de cólera. Pista, grada o últimas gradas, casi fuera del estadio. Cualquier cosa vale.
5 Quinto círculo: ira y pereza. "Esta mierda no avanza y tengo sueño"
Esta situación cada vez más extrema lleva a una etapa que coincide con el círculo del infierno dantesco en el que se encuentran cumpliendo condena los iracundos y los gandules. El proceso de compra de entradas online no acaba nunca. Cada vez se está más lejos en la cola virtual y la ira aflora por momentos. Por si fuera poco, es por la mañana y el cansancio no tarda en hacer mella. Tirado en la cama, lo único que apetece ahora es volver a dormir ante la odisea que aún está por delante.
6 Sexto círculo: herejía. "¡Me cago en Bruce Springsteen!"
Improperios contra la Iglesia y gritos exaltados contra el propio rockero es lo que se empieza a escuchar en muchos rincones del país si uno abre bien los oídos cuando Ticketmaster anuncia ufano que es "imposible procesar tu petición". La cola virtual se ha cerrado ante las narices de muchos usuarios que vuelven al punto de partida, rompiendo todos los principios éticos de un buen fan del Boss con cada palabra que sale de su boca.
7 Séptimo círculo: violencia. "Esto lo arreglo con un par de golpes a la pantalla del ordenador"
Nunca se sabe en qué posición de la cola virtual se está, pero seguramente sea de la 3.000 para arriba. En este círculo, Dante explicaba que se encuentran "los violentos contra sí mismos, contra Dios y contra la naturaleza". En este caso, a un fan de Bruce Springsteen atrapado en el bucle temporal que es Ticketmaster esto se le queda corto. Golpea el ordenador como si así fuese a colarse virtualmente, se da cabezazos contra la pared o se rasga las vestiduras, concretamente esa camiseta del Boss con la que ha pasado la noche.
8 Octavo círculo: fraude. "¿Cómo que 'superado el número máximo de usuarios'?"
El octavo círculo descrito por Dante es el equivalente al momento en el que se empieza a despotricar del sistema de venta online. Los constantes fallos o parones o el pensamiento de que las páginas de reventa van a quedarse con todas las entradas de pista es algo típico en esta horrorosa etapa.
9 Noveno círculo: traición. "Yo confiaba en Ticketmaster"
El proceso de compra ha finalizado, para bien o para mal. La etapa de la traición surge entonces cuando ya no quedan entradas y, finalmente, uno de los seguidores springsteenianos no ha logrado su objetivo. Las reprimendas contra la página web por las redes sociales son el equivalente moderno a levantar el puño y gritar "traición" teatralmente. Un verdadero infierno.