Antes de diciembre de 1973, ETA ya vigilaba los pasos y costumbres del almirante Carrero Blanco. Los terroristas lo tenían todo preparado. Alquilaron un sótano en el número 104 de Claudio Coello y excavaron un túnel hasta el centro de la calle, donde colocaron unos 80 kilos de explosivos, conectados con un cable tendido hasta la esquina de Diego de León. Marcaron además una raya roja en una pared de la calle para indicar dónde debía producirse exactamente la explosión.
Fue a las 09:28 horas del 20 de diciembre de 1973 cuando los miembros del grupo Txikia de ETA accionaron la carga explosiva colocada bajo la calle. El Dodge 3700 GT de1.800 kilos en el viajaba Carrero Blanco junto al conductor y su escolta acababa de cruzar la calle Maldonado cuando José Miguel Beñarán, alias Argala, activó la bomba. El coche se elevó más de 20 metros, saltó por encima del edificio de los jesuítas y, tras chocar contra una cornisa, se empotró entre la barandilla y una pared del patio interior.
En la calle Claudio Coello quedó un cráter de ocho metros y medio de diámetro y tres de profundidad. El coche, con motor de gasolina y 6 cilindros en línea, no estaba blindado, y su matrícula -PMM 17.416- permanecía legible. El 28 de diciembre, una brigadilla de mecánicos del Parque Móvil inició las operaciones, en las que fue necesario emplear un soplete de etileno para separar los bloques más voluminosos del coche.
Trayectoria del vehículo
El vehículo estuvo bajo custodia de la Dirección General del Patrimonio hasta que fue cedido en 1979 al Museo del Ejército. El coche se añadía a otros vehículos famosos por la misma razón; fueron escenario de los asesinatos de otros dos presidentes del Gobierno: Juan Prim y su carruaje de dos puertas tirado por dos caballos; y Eduardo Dato y su Marmon 34ª.
El vehículo de Carrero fue retirado de la exposición permanente del museo en 1987 y, en ese momento, se hizo más difícil realizar un rastreo. Desde Escuderia.com, Iván Vicario defiende que "se trata de un automóvil hecho aquí, por un industrial como Barreiros, que nos sigue generando muchísimo tráfico vía redes sociales". Premiado como el coche del año, el modelo de Blanco tenía un precio de 404.041 pesetas.
"Sorprende que no esté expuesto como merece, como objeto tiene todo el interés, es insólito que no haya una mayor transparencia con algo que pertenece a la historia del país", concluye Vicario. La última oportunidad que tuvo Informativos Telecinco de grabar el vehículo fue en 1995.
Ahora, si tienes curiosidad por fotografiar el coche donde fue asesinado Carrero Blanco, vas a tener dificultades, porque los coches donde fueron asesinados tres presidentes españoles en la historia reciente los custodia el Ministerio de Defensa en un almacén no abierto al público.
Sobre el estado de vehículo hay gran desconocimiento. Fuentes del Ministerio de Defensa aseguran a Informativos Telecinco que el coche se conserva "en las mismas condiciones en que llegó al parque, no habiéndose acometido ningún trabajo de preservación". En 2002, se instaló al vehículo un armazón metálico que facilitó su traslado. Entonces los conservadores habían autorizado la limpieza de la luna trasera pero el interior no había sido limpiado por el delicado estado de la tapicería, los restos de moqueta y otros elementos.
El adecentamiento del coche permitió recuperar el teléfono que utilizaba Carrero, un elemento incorporado a esta serie en los 70.