España siempre se ha caracterizado por la picaresca de sus gentes. Y no solo de los plebeyos, también de la clase política -así se explican los innumerables casos de corrupción que inundan el país-. La última ocurrencia de nuestros dirigentes resulta hasta cómica, porque mejor reir que llorar.
Uno de los principales problemas por los que atraviesa España es la cuestión catalana. El independentismo no solo ha fragmentado a la sociedad sino que ha planteado difíciles cuestiones judiciales y politicas sobre las que no hay precedentes. Tras las elecciones del 21-D y la victoria del bando secesionista, el expresident Carles Puigdemont, fugado en Bruselas, dejó clara su intención de repetir en el cargo al frente de la Generalitat.
Con Roger Torrent como presidente de la Mesa del Parlament, la candidatura de Puigdemont se hizo oficial quedando en el aire la manera en la que se llevaría a cabo la investidura que tendrá lugar el próximo 30 de enero. Ante el riesgo más que probable de ser detenido si regresa a España, se han barajado dos opciones: delegación del voto y vía telemática. Descartada la primera opción por el propio Puigdemont, la segunda tampoco parece ser viable ya que es rechazada por el Gobierno español y por los letrados del Parlament.
"Estoy trabajando para estar ahí, para entablar un debate con el resto de los representantes en el parlamento, para comenzar un diálogo con las autoridades españolas", declaró Puigdemont durante su visita a Copenhague. ¿Volverá entonces a España?
El plan para volver a España
Ante este panorama, su única opción si quiere volver a ser president es acudir en persona al Parlament y someterse a la votación. El entorno de Puigdemont entiende que tras una hipotética investidura, la figura del president quedaría en cierto modo 'blindada' una vez conseguido el objetivo principal.
Regresar a España de forma discreta y burlando a las fuerzas de seguridad, a la vigilancia fronteriza e incluso al operativo especial de seguimiento que el CNI mantiene sobre el terreno en Bruselas resulta complicada, por lo que el equipo de seguridad personal de Puigdemont ha estado diseñando y planificando diversos planes para volver a España, entre ellos uno de los más original.
Según publica El Confidencial Digital, una de las ideas era utilizar a un doble para burlar la vigilancia que mantienen sobre Puigdemont en Bruselas. Se buscaron, incluso, candidatos con un gran parecido físico al expresident. La idea consistía en que dicho doble, caracterizado como Puigdemont, iniciase de forma visible el viaje de regreso en coche a España acompañado de su equipo, alertando así a sus vigilantes y provocando su seguimiento y la correspondiente alerta a las fronteras.
Con el coche del doble interceptado una vez llegado a España, el verdadero Puigdemont, que habría utilizado otra ruta burlando la vigilancia para entrar en el país de forma discreta.
Puigdemont rechazó el plan
Aunque el entorno de Puigdemont valoró el plan, el propio expresident desechó la idea al considerarla irrealizable. Alegó que conocía la intensa vigilancia bajo la que se encontraba y que, por tanto, el engaño no funcionaría.
Puigdemont valoró que, en caso de que la operación fracasase, no sólo terminaría con la detención de los dos 'Puigdemonts' en la frontera, sino que supondría un bochorno mediático que afectaría gravemente a su imagen de presidente catalán electo.
