El interés de Rusia por las empresas españolas ha crecido sorprendentemente en los últimos meses. Las grandes élites de Moscú no ocultan su intención de hacer las maletas hacia España, donde ya cuentan con 'pesos pesados' asentados especialmente en la zona de la Costa del Sol.
Estas operaciones se centran, por el momento, en la compra de dos gigantes del país ibérico: los supermercados DIA y la petrolera Repsol. Y el CNI no duda en mostrar su preocupación, sobre todo, porque uno de los magnates interesados está vinculado presuntamente con la mafia georgiana y el otro con sobornos a políticos corruptos de Uzbekistán. Por ello, está elaborando un plan para evitar este desembarco ruso que podría generar todo un terremoto en la economía española. Vamos a comentar cada caso:
1 Repsol
El interés ruso por Repsol viene de lejos. La petrolera española, una de las joyas de la corona de nuestro país, se ha mantenido durante años como el 'objeto de deseo' del país eslavo.
En la actualidad, el CNI está investigando los rumores en torno a una posible OPA de la rusa Lukoil hacia Repsol. Según una fuente citada por OKDiario, los servicios de inteligencia siempre ponen especial empeño cuando las ofertas llegan desde Moscú, pero este caso lleva varios años provocando serios quebraderos de cabeza en 'La Casa' dirigida por Félix Sanz Roldán.
Porque la historia viene de largo. Esta petrolera rusa ya intentó comprar Repsol en 2002 y 2008, aunque el CNI consiguió paralizar las operaciones, señalando presuntos vínculos de los dueños de esa sociedad con el crimen organizado.
El Consejo de Repsol no ha ocultado su temor ante estos movimientos. Por ello, fichó al exdirector del CNI, Jorge Dezcallar, como secretario general de un entonces recién estrenado consejo sobre asuntos internacionales.
La llegada de Lukoil, sin embargo, despierta preocupación. El CNI señaló en 2008 que Zakhar Kalashov, el número uno de la mafia georgiana, era "una parte significativa de una de las sociedades rusas más grandes del petróleo", aludiendo a la propia petrolera rusa. El Gobierno de Zapatero puso especial interés en para la operación, que intentaba comprar el paquete de acciones de Luis del Rivero, propietario de Sacyr-Vallehermoso (defendido por el Gobierno socialista en el asalto al BBVA) y La Caixa.
Las sospechas sobre Lukoil van más allá. En el informe citado se señala al director de Lukoil Market, Guennadi Bogomolov, por haber sido acusado en mayo de 1997 por el exministro del Interior ruso Anatoli Kulikov de ser "de hecho, el supervisor de Tyumenskaya (una organización criminal de San Petersburgo) en la Corporación Lukoil".
Ese texto también se destaca que las organizaciones criminales rusas tienen especial interés en el sector petrolífero como estructura a través de la que canalizar los fondos obtenidos mediante la actividad criminal.
En ese marco, se habla también del asesinato de Pavel Kapysh en 1999, entonces presidente de la petrolera Grupo Industrial Financiero Báltico. El fiscal de un distrito petersburgués llegó a investigar como presunto inductor a uno de los altos cargos de la propia petrolera rusa. Lukoil pudo comprar un suculento paquete de acciones del grupo dirigido por la víctima de este cruel asesinato después de que se perpetrara.
2 Supermercados DIA
La pelea por el control de los supermercados DIA está alcanzando niveles auténticamente novelescos. Lo que parecía una simple crisis ha terminado con la única enseña de distribución alimentaria española fuera del IBEX35, completamente dinamitada y con las manos atadas de cara a una serie de reformas imprescindibles.
En la puja por el control de esta empresa, destaca un nombre: el inversor ruso Mikhail Fridman. Es el mejor posicionado para hacerse con el control de los supermercados, tras lanzar formalmente una oferta de OPA y controlar el 100% del capital.
Sin embargo, su oferta genera fuerte controversia. El Consejo de Administración recuerda que Fridman actúa en cierta medida al estilo de un 'fondo buitre', es decir, adquiriendo sociedades con dificultades para forzar su cierre y vender por partes. Así actuó en el Grupo Zed, donde además podría haber aprovechado sus estructuras para realizar supuestas operaciones de carácter fraudulento. Precisamente la Audiencia Nacional está investigando este caso bajo los posibles delitos de administración desleal e insolvencia punible. Fridman también se encuentra señalado por presuntos sobornos a políticos de Uzbekistán a través de su operadora VimpelCom.
En el caso actual, los malos resultados ya están abocando a una oleada de cierres de tiendas DIA y el despido de más de 2.000 trabajadores . Sin duda, el Gobierno se muestra muy preocupado. Tanto, que desde la unidad económica del CNI se está comenzando a elaborar un plan con el que garantizar el futuro de la empresa y, en la medida de lo posible, conservar su propiedad española.
El organismo de inteligencia no oculta que no quiere a Fridman, pero "tampoco gustaría ninguna otra alternativa extranjera", tal y como reconocen fuentes cercanas a la operación a OKDiario. Estas alternativas se centran en Carrefour, muy interesada en recuperar su poder en la enseña.
El interés del CNI en esta operación en sumamente importante. No podemos olvidar que miles de trabajos se encuentran pendiendo de un hilo y que la estructura de la empresa es, actualmente, un auténtico castillo de naipes.
Sin embargo, en una economía basada en la libre competencia, el Gobierno tiene las manos atadas: "El CNI únicamente puede meter presión a los accionistas españoles y está buscando un 'caballero blanco'". Por el momento, siempre según esta persona, los servicios secretos estarían torpedeando la operación, aunque son conscientes de que no podrán evitar que termine con éxito si finalmente cumple con toda la normativa.
En economía, la figura del 'caballero blanco' es la de un inversor o persona física que acude, de manera amistosa, en ayuda de una empresa en riesgo de ser absorbida de forma hostil por otra entidad.
El CNI habría puesto especialmente en una conocida empresa española del sector (quizás Mercadona), aunque se habría cerrado en banda ante esta operación. Por el momento no hay ningún inversor español dispuesto a lanzar una contraopa de manera formal, aunque sí hay movimientos como la unión entre el heredero de Carrefour y dos empresarios españoles, que controlan el 3,25% del capital.