El 12 de junio de 2016, Omar Mateen perpetró un terrible atentado en el Club Pulse, una discoteca gay en Orlando (Florida) dejando 49 víctimas mortales. El terrorista juró lealtad al autodenominado Estado Islámico, grupo que asumió su autoría. Se trata del ataque que más muertos ha dejado en Estados Unidos desde los atentados del 11-S.
Desde aquel día, el Club Pulse se ha convertido en un lugar de peregrinaje para miles de personas con el objetivo de recordar y rendir homenaje a las víctimas. Homenajes en los que no ha partidipando el presidente estadounidense, Donald Trump, que ni si quiera se dignó a acudir a los actos organizados el día del aniversario del ataque.
Barbara Poma, propietaria del local, ha concedido una entrevista a la cadena WFTV en la que ha exlicado que tras el atentado sus finanzas se vieron muy afectados por el cierre de la discoteca, pero que ahora está dispuesta a abrir de nuevo. Está convencida de que la comunidad LGTBI necesita un espacio y cree que la reapertura del Pulse demostrará que el odio no puede ganar: "Pulse volverá a abrir en una nueva localización. Al volver a abrirlo, con el mismo nombre, el mismo formato que teníamos, probaremos que el odio no ganará".
Cada semana, Poma visita el Club Pulse un par de veces para "limpiar, llevar flores o velas", explica en la misma entrevista. "Si no voy, siento mucha ansiedad", asegura.
"Sigue bailando, Orlando"
En su momento, la ciudad de Orlando se ofreció a comprar el local para crear un memorial municipal, idea con la que Poma estuvo de acuerdo en un primer momento, pero finalmente se decidió a no vender el local. Su intención es crear ella misma el memorial en el antiguo emplazamiento y reabrir en un sitio nuevo: "Será algo diferente a una discoteca. Sea cual sea la estructura, el espacio; mi esperanza es que sea algo eterno".
Uno de los supervivientes del atentado, Orlando Torres, cree que Barbara Poma hace lo correcto al volver a abrir el Club Pulse: "Será un sitio en el que crear nuevos recuerdos, como los que ya habíamos creado en el antiguo Pulse. Somos como una familia, nos conocemos todos. Estamos deseando vernos y pasar tiempo los unos con los otros. Como dice el dicho: 'Sigue bailando, Orlando'".