Una mala experiencia en un bar puede estar marcada por diversos factores: un trato poco amable, precios elevados o una comida que no cumple las expectativas. Pero lo que le ocurrió a una clienta en un bar ha abierto un intenso debate en redes sociales.
La joven acudió al establecimiento, pidió un café con leche y comenzó a trabajar con su ordenador portátil. Conectó el dispositivo tanto a la corriente como a la red wifi del bar y pasó allí varias horas. Sin embargo, al pedir la cuenta, se encontró con un recargo inesperado: cinco euros extra por el "servicio de luz y wifi".
Una mujer estuvo horas con un café con leche y conectó su ordenador a la luz más el wifi del local, al sacar la cuenta a la clienta le añadió estos costes al ticket, ¿Cómo lo veis? pic.twitter.com/vw7sTss8dI
— Soy Camarero (@soycamarero) March 3, 2025
Un debate sobre las normas en hostelería
El caso se hizo viral después de que el usuario de X @soycamarero compartiera la historia, desatando opiniones divididas en pocas horas. Mientras algunos defendieron el cobro como una medida legítima para evitar abusos, otros lo consideraron un intento de aprovecharse de los clientes.
Bien, si lo ha advertido previamente de palabra, o si lo tiene estipulado en un escrito visible al público. De lo contrario, creo que ni debe ni puede repercutir coste alguno adicional a la consumición.
— Martin Ruiz (@marioruiz_bcn) March 4, 2025
Pues mal, qué quieres que te diga. Si el wifi es gratuito no tiene por qué cobrarlo (a menos que digan lo contrario en los carteles donde se anuncia el servicio en el bar) Esté 10 segundos o esté 10 horas.
— Don Vito Negreirone ???????????????? (@DiegoJMontero2) March 3, 2025
Y lo de la luz, qué quieres que te diga, me parece una cutrez. Es como si...
"Es una estrategia para evitar que la gente acapare mesas sin consumir", argumentó un usuario, justificando la decisión del local. Sin embargo, otra persona señaló que este tipo de tarifas deben estar claramente indicadas: "Si hay un cartel que avise del coste adicional, es entendible. Si no, es un abuso".
¿La solución? Consumo mínimo o acceso limitado
Otros usuarios han propuesto alternativas para evitar situaciones similares, como establecer un tiempo máximo de uso del wifi por cada consumo o implementar sistemas de acceso controlado. "Bastaría con dar una clave en el ticket con dos horas de conexión. Cuando se acabe, toca pedir otro café", sugirió un usuario.