El proceso de regularización del uso del cannabis medicinal ha sido iniciado por el Ministerio de Sanidad. Aunque la normativa aún se encuentra en fase de consulta pública y, por lo tanto, en proceso de elaboración, algunos aspectos fundamentales ya han sido revelados. Estos aspectos se han acordado en colaboración con las principales organizaciones médicas y farmacéuticas, derivados de las discusiones de una subcomisión en el Congreso de los Diputados.
¿Todo el mundo podrá tener acceso?
No, al contrario, son pocos los supuestos en los que se podrá acceder. En un primer momento solo estará disponible para tratar determinadas epilepsias, la espasticidad en esclerosis múltiple, el dolor neuropático y las náuseas derivadas de los tratamientos para el cáncer.
¿No se podrá utilizar para más enfermedades?
En principio solo se contemplará para las ya mencionadas, aunque se espera poder ampliar su prescripción a más enfermedades cuando haya mayor evidencia.
¿Todos los pacientes que tengan esas enfermedades podrán tomarlo?
Solo aquellos en los que el resto de tratamientos autorizados para su dolencia no hayan tenido los efectos deseados.
¿Se podrá comprar en farmacias?
No, no estará disponible en farmacias ni se podrá adquirir con receta. Será el médico especialista el que, tras demostrar que ha agotado todos los tratamientos posibles para tratar el dolor del paciente, podrá solicitarlo solo en las farmacias de los hospitales.
¿Es lo mismo que los aceites que ya se venden en farmacias y otras tiendas?
No. En las farmacias (y en otros establecimientos) se venden actualmente varios productos derivados del cannabis que no necesitan receta médica, pues están considerados como cosméticos. Además, la mayoría están elaborados a partir de CBD (cannabidiol, uno de los componentes de la planta del cannabis), mientras que el tratamiento que contemplará la nueva norma contendrá, además de cannabidiol, tetrahidrocannabinol, el componente psicoactivo de la planta, y sí será un medicamento.
¿Se conocen posibles efectos adversos?
Lo que se sabe hasta la fecha es que el consumo de cannabis tiene efectos nocivos para la salud en la población general, pero en determinadas composiciones puede ayudar a pacientes con dolores crónicos. Los médicos que prescriban el cannabis medicinal deberán realizar un seguimiento de los pacientes para detectar posibles efectos adversos.