El precio de la luz ha marcado continuos récords a lo largo de la última semana. Se trata de un hecho histórico, que ha llevado al Gobierno a lanzar el globo sonda de una posible empresa pública de energía que podría servir, supuestamente, para canalizar los precios del mercado.
Pero, llegados a este punto, ¿qué sucede para que la luz sea tan cara? Los precios récord que se están viendo durante estos días son los del mercado mayorista. Se trata del importe que pagan las comercializadoras, es decir, las empresas que suministran electricidad a los hogares y a las que se les paga la factura.
El precio se fija mediante una subasta diaria que es ciega. Las comercializadoras pujan especificando lo que quieren comprar y lo que están dispuestas a pagar, mientras que las productoras dicen la cantidad de energía que van a vender y su precio. El Operador del Mercado ibérico de Energía (OMIE) que gestiona los mercados de España y Portugal, une las dos y el resultante es un importe que se fija en franjas horarias para las 24 horas del día siguiente.
El resultante de la energía que se genera se llama mix eléctrico. En este caso entran las renovables, nucleares, el carbón o el ciclo combinado. Estas últimas utilizan combustibles fósiles y pueden ser necesarias para generar electricidad a determinada hora, pero encarecen el precio.
Varios factores
Hay que destacar, que el incremento de la electricidad se debe a varios factores, entre los que destaca la fuerte revalorización del gas natural a nivel internacional, la subida del mercado del CO2 y el aumento del mercado de emisiones, que ha subido un 100% en solo seis meses.
Todo ello se suma al incremento del temperaturas, que superarán en varios puntos del país los 40 grados, por lo que se generará un repunte de la demanda de energía. Todo ello ha llevado a un repunte de precios que está encadenando máximos históricos.
Altos precios durante largo tiempo
Los mercados de futuros prevén que la luz se mantendrá con precios elevados durante un tiempo largo. Aunque los precios récord de esta semana, a los que ha contribuido la ola de calor (mayor uso del aire acondicionado y menor producción de energía eólica por las menores rachas de viento) no serán la tónica habitual.
Hay que recordar que el verano y el invierno son dos épocas en las que la luz encarece su precio. Es habitual porque el consumo aumenta y, además, se juntan factores como el clima, que afectan a la generación de energía.
Sin embargo, sí se aprecia cierto encarecimiento generalizado en el sector de la energía, con veranos en los que existe un aumento de precios e inviernos en los que hay una pequeña bajada, una constante que se ha mantenido últimamente.