Hay diversos grados de aficionados a las series de televisión. Están los que solo ven series clásicas o americanas o españolas, los que observan tres series y se creen expertos y aquellos que lo consideran como un trabajo donde opinan, critican, diseccionan y recomiendan las mejores/peores ficciones. ¿Eres tú uno de ellos? Te damos las claves para descubrir si eres un auténtico seriéfilo o te has quedado en un aficionado de segunda.
1 El término 'friki' no te molesta
'Friki' es un término (mal)usado de manera despectiva para hablar de gente con gustos raros o diferentes sobre ciertos aspectos o hobbies. Según la RAE se trata de una "persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición", entonces, ¿por qué a los fanáticos del fútbol solo se les llama aficionados cuando son más frikis que nadie? Sea como fuere, soy aficionado a las series y si eso significa ser FRIKI pues también lo soy (y a mucha honra).
2 Odias los spoilers y a quien los lanza
Entras en Internet y sin querer te has enterado que tu personaje favorito ha muerto o ha ocurrido cualquier desgracia en algunas de las series que ves... son los temidos spoilers. Twitter es un hervidero de spoilers cargados de minas, hay que tener cuidado porque cualquiera puede ser un enemigo.
No solo las redes sociales son amantes de los spoilers indebidos, hay amigos graciosos y divertidos que te escriben por WhatsApp para comentar el último capítulo sin que tú lo hayas visto y ¡¡boom!! Te desvelan algo importante antes de que puedas verlo... esos amigos... qué majos son, ¿eh?
3 No soportas a los que no conocen las series míticas
No hay tiempo para verlo todo (es cierto), pero, ¿en serio no has oído hablar ninguna vez de 'Breaking Bad' o 'Juego de Tronos' o 'Perdidos' o 'The Wire' o 'Los Soprano' o 'Twins Peaks' o 'Expediente X' o 'Urgencias'? De una u otra manera se han transformado en series míticas de la televisión y ofende que algunos no sepan nada de ellas, aunque sea solo su argumento... o qué actores trabajaban... o algo...
4 Tus amigos te piden opinión
Cuando compañeros de la universidad, colegas de trabajo, amigos de toda la vida o followers de Twitter empiezan a escribirte para pedirte opinión sobre qué series ver y cuáles descartar, sin duda te has convertido en un seriéfilo de verdad. Eres un referente para tu entorno, te has transformado en un "gran fanático de las series" y eso se nota a tu alrededor.
5 Piensas que la versión original es MEJOR
El doblaje es una forma perfecta de hacer llegar las series al mercado internacional y que estas puedan ser entendidas sin trabas por todo el público. Sin embargo, cualquier buen aficionado ya habrá declarado abiertamente que la versión original es infinitamente mejor que la doblada. ¿Tú lo has hecho ya? Con las voces reales se gana expresividad, se nota el talento interpretativo y la entonación muestra la mejor forma de trabajar de un actor o actriz, matices que se pierden con el doblaje.
6 Los maratones son necesarios para vivir
A veces, el trabajo, la familia, la pareja, las preocupaciones diarias y la rutina te impiden ponerte a contemplar las series que te gustaría (que son muchas). Por eso un puente o un fin de semana son los momentos perfectos para hacer maratones; y no estoy hablando de 3 episodios seguidos, sino de pasar 12 horas pegado al ordenador para acabar esos episodios pendientes que llevan esperando semanas. Si no te has dado un buen atracón en forma de maratón es que no eres un auténtico seriéfilo.
7 Tienes una estantería/almacén con joyas seriefilas
Si eres un auténtico seriéfilo, uno de verdad, no te conformarás con hablar, comentar, recomendar o incluso escribir sobre series, lo tuyo es el coleccionismo. Una joya seriéfila de la que presumir, una estantería llena de DVD de tus ficciones favoritas, las figuras de acción de los superhéroes televisivos o una habitación empapelada con los posters que has podido encontrar. Ser seriéfilo significa ser un amante del merchandising y las camisetas de superhéroes de Sheldon Cooper.
8 Lees todo sobre tus series favoritas
Aunque los spoilers suponen un impedimento, te gusta estar enterado de lo que ocurre en tus series favoritas. ¿Tendrá una temporada más? ¿Qué personaje abandona la serie? ¿Qué actores estarán a la siguiente temporada? Leer todo lo posible sobre esa ficción que te apasiona es algo básico para cualquier seriéfilo que se precie y, si los spoilers no te incomodan, incluso conocer las tramas y bombazos como muertes, giros de argumentos, saltos temporales y detalles del argumentos.
9 Defiendes TUS series contra viento y marea
Da igual que tu serie favorita sea 'Breaking Bad', 'Perdidos', 'Friends', 'The Good Wife' o ficciones más desconocidas porque siempre serás capaz de sacar algo bueno y la defenderás contra viento y marea. Las largas discusiones argumentando que tu serie ha supuesto un gran avance para la cultura seriéfila es una de razones por las que te gustan: poder debatir sobre su argumento, su historia o sus personajes es lo que más te gusta.
10 Mides tu vida en capítulos de 40 minutos
"Tengo dos horas libres, ¿qué puedo hacer para matar el rato? Ver 3 episodios".
¿Cuántas veces os ha pasado eso? Da igual que la gente normal mida su vida en horas de 60 minutos, seguramente te hayas dado cuenta de que tú mides la tuya en periodos de tiempo de 40 minutos. Si tienes un hueco libre de X horas, lo medirás de acuerdo a las series que puedes ver en ese tiempo: 2 horas = 3 episodios de 40 minutos o 6 episodios (cómicos) de 20 minutos. ¿Verdad o mentira?
11 Has llorado/reído/aplaudido alguna escena
Cualquier narración televisiva o cinematográfica tiene los ingredientes necesarios para provocar sentimientos en el espectador. Si de verdad sientes esa pasión por las series, te habrás quedado de piedra con la Boda Roja, habrás reído con las aventuras de 'Friends' y habrás querido poner una bomba en el hogar de Shonda Rhimes, la reina del drama por excelencia. Porque vives cada capítulo con una intensidad fuera de lo normal.
12 Te molesta que hablen de una serie que no has visto
Sí, todos tenemos nuestros puntos débiles y a veces tus amigos empiezan a comentar una serie que (no sabemos por qué) no has visto. La falta de tiempo suele ser la excusa perfecta para no haberte puesto a diseccionar esa ficción mítica, esa serie de la que todo el mundo habla o esa comedia con la que echarte unas risas. En ese momento solo te quedar hacer una cosa: callarte y esperar a que cambien de tema para poder meter baza.
13 Las películas se hacen muuuy largas
La costumbre de ver tantos episodios de series norteamericanas (me gustan más que las españolas) ha hecho que sufra el síndrome de "Las Películas Que No Acaban Nunca". Da igual lo emocionante que sea la trama o que la acción esté en su máximo apogeo, mi subconsciente a los 40-45 minutos reacciona y sabe que debería haber acabado; me he malacostumbrado a la narración televisiva. De ahí que no te quede otro remedio que ver las películas en varias partes.
14 El agobio llega en septiembre
Con la vuelta al cole arranca la temporada televisiva en Estados Unidos, eso significa hacer frente al regreso de las ficciones veteranas y ampliar el calendario con las nuevas promesas de cada año. Igual que los niños se enfrentan a una clase nueva llena de compañeros, los seriéfilos hacemos frente a retos televisivos para descubrir qué series descartar o darles una oportunidad.
15 Ves series y tienes vida social
Hay gente que pasa horas viendo fútbol, practicando deporte, jugando a la videoconsola o haciendo puzzles; cada uno tiene sus hobbies, aficiones que roban parte de nuestra vida y suponen un gran placer. La cuestión para tener una vida social activa y quedar con tus amigos, hacer viajes y seguir devorando series está en la organización; una cosa no está reñida con la otra, solo hay que saber compatibilizarlas de la mejor manera posible.
16 Disfrutas escribiendo sobre series
Es posible que esta opción no esté al alcance de todo el mundo (por tiempo, por ganas o por lo que sea) pero otra de las grandes pasiones de los seriéfilos es escribir sobre ello. No hay nada mejor que plasmar tu opinión y crear debate sobre esa serie que te encanta o intentar advertir a los incautos sobre una ficción que no se merece 40 minutos de tu tiempo. Yo tengo la suerte de poder disfrutar escribiendo sobre series.
17 Lo reconoces, las series son una adicción
Tras leer estas claves que te identifican como un autentico seriéfilo de raza (sí, lo eres), solo queda otra más: son una adicción. Es como una droga que te hace dependiente de ver el siguiente episodio, capta tu atención gracias a la acción, el sexo y la violencia y te invita a volver gracias a ingeniosos cliffhangers. Está demostrado que son una adicción, pero mucho más sana que otras.